POR MANASÉS SEPÚLVEDA
HIGÜEY.- Un grupo de personas trató de agredir al diácono Rigoberto de Jesús González Padial luego que el juez Rafael Cedano aplazó para el próximo 10 de enero el juicio a los acusados de violación de menores del albergue Ciudad de los Niños San Francisco Javier.

El juez Cedano, de la Sala Penal de aquí, ordenó la prisión de Ventura Pérez de la Cruz, Felipa José, Eliseo Colens y María Cristina Guerrero y rechazó por “extemporánea” la petición de los defensores para que se interrogara de nuevo a las menores supuestamente violadas.

También el juez Cedano dispuso que el diácono González Padial y Alejandro del Rosario, este último subdirector del albergue, adquieran el poder correspondiente de la diócesis de Higüey para que puedan dar las declaraciones en audiencia de acuerdo al Concordato firmado entre el Estado y la Iglesia en 1954.

La sala de audiencias ubicada en la primera planta del edificio de tribunales aquí estaba abarrotada de personas, pero fueron desalojadas al iniciar el juicio. Sólo se permitió la presencia medios de comunicación y familiares de los detenidos. En las inmediaciones se hizo amplio dispositivo de seguridad bajo el mando de un coronel policial.

Aunque fueron desalojadas, muchas personas permanecían agrupadas en las inmediaciones del edificio pidiendo justicia y el apresamiento del diácono González Padial.  Muchas de esas personas, dijeron, que residen en San Rafael de Yuma, una comunidad al sureste de aquí donde funcionaba el albergue.

Luego de terminado el juicio el diácono tuvo que ser escoltado hasta su vehículo por agentes policiales y del Ejército para controlar a la multitud.

González Padial fue sacado por una puerta posterior del edificio del tribunal mientras la multitud lanzaba abucheos y gritos.

Alrededor de cinco personas fueron arrestadas por disturbios y después de la audiencia.

Los enjuiciados son los ex empleados del alberque la haitiana Geniese Noncent (Yesenia), cocinera, Yoanny Álvarez (Yoli), Joel Pérez José, chofer, Ventura Pérez de la Cruz, Felipa José, Eliseo Colens, esposo de Noncent, y María Cristina Guerrero.

El proceso es el 187-2004-0068. Están acusados de violación de los artículos 265, 266, 59 y 60 del Código Penal y el 330, 331-2, 334-2 de la ley 24-97 y el 121 letra d de la ley 14-94.

Pérez de la Cruz, José y Guerrero estaban en libertad, pero fueron detenidos por disposición del juez a petición de los fiscales. 

El defensor Luis Fernando Espinosa alegó que la prisión de Pérez, José y Guerrero no procedía porque hasta ahora han asistido a todas las vistas y actos de procedimiento de manera voluntaria.

Además pidió al tribunal el descenso a la casa de Pérez ya que según la declaración de las menores en ese domicilio existía una piscina donde se arrojaron restos humanos en supuestos ritos satánicos para verificar la veracidad de las menores denunciantes y garantizar el derecho de defensa de los acusados.

También que las menores fueran nuevamente evaluadas para comprobar si hubo manipulación en sus declaraciones.

Los defensores Mota Álvarez y Espinosa dijeron que pedirán el encausamiento del diácono González Padial y el subdirector del centro Del Rosario por negligencia.

Espinosa alegó que no es posible que ocurrieran todas estas cosas sin que éstos estuvieran enterados.