Sandra Yanila Viloria Castillo abandonó su oficio de salonista para ir a Colombia en busca de una mejor vida, pero el destino le tendió  una trampa.

En el avión, de retorno a la República Dominicana, le dieron un bulto para que lo entregara al pisar tierra. Al bajar del avión, la esperaba una patrulla antinarcóticos y al detectarse que el bulto contenía droga, fue condenada a 30 años de prisión la semana pasada.

La señora Viloria Castillo, de 35 años de edad, es madre de tres hijos. Hoy llora la injusticia de la justicia dominicana, que distorsionó el proceso cuando excluyó del expediente a la azafata Vianca Julia Esbra, quien también fue apresada por la Dirección Nacional de Control de Drogas, y Viloria Castillo  afirma fue quien le  entregó  el bulto.

El hecho ocurrió el 28 de noviembre del 2010 en el aeropuerto de Punta Cana, en Higüey. El fiscal de la provincia La Altagracia, Daniel Alberto Robles Nivar, acusó a las dos mujeres y en audiencia preliminar solicitó apertura a juicio para ambas, por la Ley 50-88, con cargo de “tráfico internacional de droga”. Las  autoridades comprobaron que Viloria  Castillo ingresó al avión sin el bulto. Las dos mujeres fueron enviadas a juicio de fondo.  Empero, extrañamente, el fiscal pidió descargar a la colombiana y 30 años para la dominicana, sentenciada el 21 de febrero en el Primer Tribunal Colegiado de La Altagracia.