Manuel Emilio Mesa Beltré (El Gringo), sometido a la justicia por microtráfico de droga, y acusado luego solo de lavado de activos provenientes de infracciones graves, fue condenado ayer a ocho años de prisión, al no poder demostrar en el tribunal la procedencia de los RD$4,3 millones que le fueron decomisados el día de su apresamiento, el 31 de octubre del año pasado.

 En un  juicio de fondo que se resolvió en un día, como pocas veces ocurre en este tipo de imputaciones, los jueces del Cuarto Tribunal Colegiado del Distrito Nacional descargaron a las co imputadas por lavado de activos: Juana Jiménez, esposa de Mesa Beltré y madre de cuatro de sus hijos, y a Yokasta Espinal, su amante, madre de un hijo suyo y con quien fue detenido.

Los jueces Pilar Rufino, Ingrid Soraya Fernández y Daniel Julio Nolasco, decidieron  en más de ocho horas el fallo de la sentencia que será leída integra el 22 de este mes. De inmediato, Mesa Beltré calificó la decisión de abusiva y su abogado, Joaquín Belisario, anunció que apelarán  en cuanto  sean notificados la decisión. Los jueces entendieron que los testigos a favor de los acuasados se contradijeron.

 El dueño de la casa de cambio Hermanos Solano, Carlos Solano, y su empleado Rafael Antonio Luciano, hablaron de montos diferentes prestados a Mesa Beltré.

La clave

Entran en histeria

A gritos  salieron del tribunal la esposa y la amante de Mesa Beltré, Juana Jiménez y Yokasta Espinal,  proclamando su  inocencia. El propietario de la casa de Cambio Hermanos Solano confirmó que le prestó RD$4 millones a Juana, pero un préstamo reflejaba 4,3 millones. Además, el dinero dado a la esposa, lo recibió la concubina junto a El Gringo.