Cuatro franceses, entre ellos tres pilotos de avión, y 28 agentes de seguridad de República Dominicana quedaron el jueves bajo prisión preventiva por su presunta vinculación con un cargamento de 700 kilogramos de cocaína. AP.

La droga fue hallada escondida en 26 maletas dentro de un avión que partiría el 20 de marzo pasado del aeropuerto del complejo turístico de Punta Cana, 200 kilómetros al este de Santo Domingo, rumbo a París.

Con su decisión, el juez Edwin Rijo, de la ciudad de Higüey, aceptó que 32 de los 45 implicados permanezcan detenidos mientras la fiscalía profundiza las investigaciones y concluye el expediente para formular de forma oficial los cargos. La investigación está avanzada, pero «son muchos los implicados y los cargos (contra cada uno) hay que individualizarlos», explicó Lucas Pérez, fiscal encargado del caso.

«La decisión del juez es una atrocidad jurídica», dijo a The Associated Press la abogada María Elena Grateraux, defensora de los pilotos franceses Pascal Jean Fauret, de 43 años, y Bruno Armand Ados, de 54.

Añadió que «no hay ni un solo indicio de culpabilidad» de los dos pilotos y que en los próximos apelará la decisión. Grateraux insistió en que sus clientes fueron contratados como pilotos por una compañía aérea y no sabían que la aeronave viajaría cargada con maletas llenas de droga.

La audiencia se celebró en un tribunal de Higüey, capital de la provincia donde su ubica Punta Cana, y concluyó la madrugada del jueves, tras más de 16 horas de debates. Fauret, Ados y Alain Castagny, de 67 años, integraban la tripulación del avión Falcon 50 matrícula F-GXMC propiedad de la empresa francesa Afflelou y que estaba bajo concesión de una compañía que alquila aeronaves.

El avión permanecerá confiscado por las autoridades dominicanas como cuerpo del delito. El otro francés, Nicolas Pisapia, de 38 años, viajaría en la aeronave como único pasajero.

Además de los cuatro franceses, el juez Rijo ordenó un año de prisión preventiva en contra de 28 dominicanos, entre ellos militares, miembros de la seguridad del aeropuerto del Punta Cana, agentes antinarcóticos, de migración y aduanales.

República Dominicana es uno de los principales puntos de tránsito en el Caribe del trasiego de cocaína de Sudamérica hacia Europa y Estados Unidos. Sólo en lo que va del año, la DNCD ha confiscado unas cinco toneladas de esa droga.