Los padres de una bebé británica de ocho meses gravemente enferma perdieron el viernes su intento legal de que se le retirara el soporte vital en casa en lugar de en un hospital u hospicio.
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Los médicos de Indi Gregory, que padece una rara enfermedad mitocondrial que hace que sus células no produzcan suficiente energía, afirman que sufre mucho dolor y angustia y que no tiene sentido continuar con el tratamiento.
El miércoles, un juez dictaminó que debía retirársele el soporte vital, ya fuera en el hospital o en un hospicio. Sus padres lo impugnaron, alegando que se les debía permitir hacerlo en su hogar, algo que el tribunal había dictaminado que ya no era posible por el deterioro de su estado desde que se barajó esa opción antes.
El Tribunal de Apelación del Reino Unido desestimó su recurso en una vista celebrada a distancia el viernes. “Los motivos del recurso carecen totalmente de fundamento”, declaró el juez Peter Jackson al dictar sentencia.
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«Aunque se trata de una decisión jurídica, se adopta con plena conciencia de la cuestión profundamente delicada que constituye el núcleo del procedimiento», dijo Jackson, quien explicó que la suspensión que impedía a los médicos retirarle el tratamiento, concedida para permitir la apelación, había llegado a su fin.
El mes pasado, el Tribunal Supremo de Inglaterra dictaminó que lo mejor para el bebé era que se le quitara el soporte vital, rechazando la petición de sus padres de que se les permitiera llevarla al hospital infantil del Vaticano en Roma.
A principios de esta semana, el Gobierno italiano concedió a la bebé la nacionalidad en un último intento de impedir que los médicos le retiraran el soporte vital y permitieran su traslado a Italia, pero Jackson dijo el viernes que el padre de Gregory había aceptado que las decisiones sobre su tratamiento fueran tomadas por los tribunales del Reino Unido.
El hospital pediátrico del Vaticano, Bambino Gesu, se había ofrecido a atender a la niña, y el gobierno italiano dijo que pagaría cualquier tratamiento “que se considere necesario” en Italia.
La ministra de Familia, Natalidad e Igualdad de Oportunidades, Eugenia Roccella, había señalado en una publicación en su página de Facebook que “la vida y la muerte no son opciones equivalentes, y mucho menos pueden serlo para el Estado” y que “hacer de Indi nuestra conciudadana es la forma más eficaz de demostrarlo”.
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Por su parte, el abogado de la familia, el ex senador de la Liga Simone Pillon, ha querido agradecer en su cuenta de X (antes Twitter) “al Gobierno italiano, a la primera ministra Giorgia Meloni y a todo el pueblo italiano” de parte de los familiares de la bebé de ocho meses y ha señalado que trabajarán para “eliminar todos los obstáculos y traerla pronto a Roma”.
Según la ley británica, la cuestión principal en tales casos es si el tratamiento propuesto redunda en el interés superior del niño. Los jueces han confirmado repetidamente las decisiones de los médicos de poner fin al soporte vital incluso cuando eso entra en conflicto con los deseos de los padres.