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SAN JUAN, Puerto Rico.- El dominicano Marino Sánchez Alcántara fue declarado culpable de matar a puñaladas al sacerdote peruano Juan Julio Fernández Soraluz, por lo que podría ser sentenciado a 125 años de cárcel en febrero próximo.
El viernes, el también dominicano Julio Valdez Pérez (Ruddy) se declaró culpable de asesinato en segundo grado por la muerte del sacerdote, y la jueza Carmen Vargas Medina, del Tribunal de San Juan, lo condenó a 60 años de prisión.
El padre Soraluz fue asesinado a puñaladas y golpes el 18 de julio de este año en la casa de Sánchez Alcántara, ubicada en la barriada Capetillo, en Río Piedras.
Los dos hombres admitieron el asesinato, señalando que colocaron el cadáver en una bolsa de basura y lo lanzaron a un vertedero en una barriada de Hato Rey.
Sánchez Alcántara declaró que mató al sacerdote porque alegadamente le hacía insinuaciones homosexuales.
La sentencia contra Sánchez Alcántara quedó pendiente para el 16 de febrero del próximo año, y la jueza ordenó que el acusado sea sometido a una evaluación siquiátrica.
La fiscal Maricarmen Rodríguez pidió un fallo de culpabilidad a la jueza porque el asesinato del sacerdote «fue un crimen espeluznante, aberrante e insólito».
Insistió en que el motivo del crimen fue el robo, «porque el acusado quería dinero para irse a Santo Domingo».
La también dominicana Zaira Vilorio fue la testigo principal de la fiscalía, porque la mujer dijo que escuchó cuando el sacerdote imploraba por su vida y también que observó cuando sus compatriotas metían el cuerpo en el baúl de un carro.
