El Tribunal Superior Electoral declaró ayer nula la asamblea de delegados que celebró el Partido Revolucionario Independiente (PRI) el 19 de noviembre, en la que esa organización ofreció su apoyo a la candidatura presidencial de Hipólito Mejía.

El Tribunal, presidido por el magistrado Mariano Rodríguez, también declaró nula y sin ningún efecto jurídico la XIII Asamblea Nacional del PRI, por haberse celebrado sin asistencia de  la mayoría simple (mitad más uno) de los delegados convocados.

Asimismo, ordena a las autoridades de esa organización política celebrar una nueva Asamblea, de conformidad con sus estatutos, y que sea fiscalizada por la Junta Central Electoral (JCE). Se recuerda que el plazo para inscripción de alianzas para las  elecciones presidenciales concluye el martes próximo.

El presidente del PRI, Trajano Santana, advirtió el miércoles que impedir la participación de ese partido en las elecciones sería “un duro golpe a la institucionalidad  y sistema político”.

Insistió en que los demandantes, Jaime Max Taveras, Julio  Jiménez, Alfredo Poché, Domingo Paulino, Cristino Lanfranco y Pedro González, carecen de calidad para impugnar la asamblea del partido, ya que fueron expulsados del PRI.

Sin embargo, el tribunal también negó la inadmisión de los demandantes.