Tribunal Supremo avala continuidad del gobierno de Chávez, Capriles acepta

<P>Tribunal Supremo avala continuidad del gobierno de Chávez, Capriles acepta</P>

CARACAS. AFP. El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) venezolano avaló hoy la continuidad en sus funciones del gobierno, aunque el presidente Hugo Chávez no jure este jueves ante la Asamblea Nacional y lo haga posteriormente ante esa corte, una decisión aceptada por el líder opositor, Henrique Capriles.  

Los siete jueces de la mesa constitucional del TSJ consideraron que «el poder ejecutivo constituido (…) seguirá ejerciendo cabalmente sus funciones con fundamento en el principio de la continuidad administrativa».  

Por lo tanto, el vicepresidente Nicolás Maduro, designado por Chávez como su heredero político, seguirá en funciones, así como el resto del gabinete.  

Capriles, gobernador del estado de Miranda (norte) y derrotado por Chávez en las presidenciales de octubre, aceptó la sentencia «vinculante» del TSJ, pese a tacharla de «respuesta a un interés político» e instó al gobierno a ponerse a trabajar para resolver los problemas de los venezolanos.

«Ya tienen una sentencia (…) Maduro, ahora le toca a usted asumir la responsabilidad del cargo que ocupa y gobernar», declaró Capriles, recordando empero que ni el vicepresidente ni el resto del gobierno fue elegido electoralmente.  

Según la sentencia del TSJ, «a pesar de que el 10 de enero se inicia un nuevo periodo constitucional, no es necesaria una nueva toma de posesión (de Chávez) por no existir interrupción en el ejercicio del cargo».  

El tribunal reiteró que Chávez podrá jurar «en ocasión posterior ante el TSJ».  

Para el jueves está prevista una gran concentración en apoyo a Chávez, de 58 años, quien según el último reporte médico difundido el lunes por el gobierno se «encuentra en una situación estacionaria» de la insuficiencia respiratoria que sufrió tras la cirugía contra el cáncer a la que fue sometido el 11 de diciembre, la cuarta en 17 meses.  

Este miércoles empezaron a llegar los primeros jefes de Estado de la región convocados para el acto, entre ellos el presidente de Uruguay, José Mujica.  

Otros, como los presidentes de Bolivia y Nicaragua, Evo Morales y Daniel Ortega, confirmaron su asistencia en un acto para el que el gobierno convocó al pueblo frente al Palacio de Miraflores.  

La presidenta argentina, Cristina Kirchner, y el mandatario peruano Ollanta Humala visitarán La Habana en los próximos días.  

 

Capriles, que dijo que no convocará a la oposición a ninguna manifestación paralela, destacó el hecho de que «la mayoría de presidentes» latinoamericanos no asistan a la marcha convocada por el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que calificó de «acto de contenido político».  

En una reunión posterior con varios cancilleres y representantes de la región, Maduro aseguró que, en conversación telefónica, la presidenta de Brasil Dilma Rousseff le ratificó tras conocer la sentencia del TSJ «toda su confianza en el desarrollo de la democracia venezolana».  

Maduro calificó el fallo de «veraz y objetivo, apegado a las leyes de la República».   El TSJ también descartó en su sentencia declarar la ausencia temporal del presidente, que puede extenderse seis meses y puede llevar a decretar la falta absoluta y la convocatoria de elecciones.  

Descartó además que Chávez deba delegar temporalmente el poder al presidente de la Asamblea Nacional e indicó también que «no existen méritos para la convocatoria de una junta médica» que evalúe si su estado de salud permite al mandatario ejercer la presidencia, reclamos solicitados por sectores de la oposición.  

El jueves se cumplirá un mes desde que Chávez partió a La Habana para operarse, y desde entonces los venezolanos no han visto imágenes suyas ni han oído palabras suyas, si bien durante 14 años corridos fue una presencia casi cotidiana en la pantalla de sus televisores.  

«No hay absolutamente ninguna sorpresa en la decisión del TSJ», reaccionó en Twitter el analista político Luis Vicente León, quien recuerda que el máximo tribunal, controlado por magistrados cercanos al chavismo, ha emitido un solo fallo contra el gobierno desde 2003.

Antes de partir a Cuba a operarse, Chávez delegó poderes limitados a Maduro, dijo que si quedaba inhabilitado para gobernar su delfín asumiría la presidencia temporal hasta el fin del mandato, el 10 de enero, y que sería además el candidato del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en las presidenciales que deberían celebrarse en 30 días.  

Maduro, un exsindicalista del metro de Caracas, ya avisó días atrás que seguiría en su cargo más allá del 10 de enero, incluso si el mandatario no podía asumir ese día ante la Asamblea Nacional como fija la Constitución. 

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