Al parecer el año que viene podría ser un buen momento para reducir los carbohidratos, ya que un aumento en los costes del trigo hará que los productos de panadería sean los alimentos con mayores subidas de precios para los consumidores estadounidenses.

Los precios más altos pagados a los agricultores, sumados a menores importaciones, podrían aumentar hasta un cuatro por ciento los costes de los productos horneados y los cereales para las tiendas de comestibles y los restaurantes el próximo año, dijo ayer el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) en su primer pronóstico de inflación de los precios de alimentos para el 2018.
Los aumentos de precios variarán según los alimentos, por lo que los incrementos en algunos productos serán más marcados que en otros, ya que el tipo de trigo utilizado varía.

“No todo el trigo ha sido creado igual”, dijo Bill Lapp, presidente de la consultora Advanced Economic Solutions de Omaha, Nebraska, y ex economista jefe de Conagra Brands Inc. “La masa de pizza y los bagels aumentarán significativamente, la harina de trigo no tanto”, expresó.

Los futuros de trigo de referencia negociados en Chicago subieron más del 30 por ciento desde el 25 de abril al cinco de julio en tanto la sequía en las llanuras del norte de los EE.UU. devastó las variedades de primavera. Si bien los precios han caído desde entonces, todavía están 18 por ciento más altos para el año, causando un efecto dominó que llegará a las tiendas de comestibles, dijo el USDA.

El tiempo seco continuará en todo el este de Montana, el oeste de Dakota del Norte y el oeste de Dakota del Sur hasta octubre, dijo el Centro de Predicción del Clima de los EE.UU. en un informe sobre las perspectivas de sequía estacional publicado la semana pasada.
La región es una zona de cultivo clave para el trigo de primavera, variedad de alta proteína que es la preferida para los bagels y las masas de pizza. Los precios del cultivo negociado en Minneapolis subieron un 37 por ciento este año.

Carne vacuna, huevos. El USDA también prevé que la inflación se acelerará para la carne vacuna y la fruta fresca el próximo año después de algunas caídas en 2017. Los costes de los huevos, que está previsto que caigan un nueve por ciento este año, se recuperarán en 2018, escalando un 2 por ciento, pronostica el organismo.

Las previsiones para 2018 se basan en el supuesto de que el tiempo estará normal durante el resto del año, dijo el USDA en un documento adjunto a sus pronósticos de precios. Las fluctuaciones cambiarias también podrían modificar las predicciones, según el informe.

“El clima severo u otros acontecimientos imprevistos podrían elevar potencialmente los precios de los alimentos por encima de las previsiones actuales”, dijo el USDA.
“Además, un dólar estadounidense más fuerte podría seguir dificultando la venta de productos alimenticios nacionales en el extranjero. Esto aumentaría la oferta de alimentos en el mercado interno, lo que ejercería presión a la baja sobre los precios al por menor”.