Trinidad en el Caribe

Trinidad en el Caribe

LOURDES CAMILO DE CUELLO
Acudimos a Porto España, Trinidad Tobago, con el propósito de asistir durante los días 28 y 29 de junio al XV Foro de Ministros de Cultura y Encargados de Políticas Culturales de América Latina y el Caribe.

Nunca había estado por esas islas por lo que hube de documentarme para conocer su gente y su país.

Luego de un trayecto nunca entendido: Viajar a Miami, E.U.A., pasar por Puerto Rico o Jamaica es una obligación.

Y luego de doce horas de viaje y espera llegamos a Porto España, Trinidad, muy entrada la noche.

Una isla tranquila donde no corren los vientos y todo permanece estático en el horizonte.

Ciudades entre montañas, Trinidad parece una alfombra tejida en luces a la llegada de nuestro avión.

Y el primer encuentro: personas amables y un recorrido por la ciudad en un vehículo con el guía a la derecha, que nos mantiene en vilo y nos lleva al hotel donde en lugar de subir a las habitaciones, se baja.

Trinidad, situada en la costa nororiental de América del Sur a 11 kms. de Venezuela, es parte de un archipiélago de unas 23 islas. Nos dice su geología que ninguna de las islas que componen este archipiélago pertenecen al antillano dado que una vez fueron parte de América del Sur de la cual, Trinidad, se desprendió apenas unos dos mil años atrás. Allí no van los huracanes porque el gran continente las protege y sí acuden muchas embarcaciones, de todas partes, a preservarse de ciclones y tormentas.

Sería Cristóbal Colón su descubridor en 1498 y luego se sucederían ingleses, neerlandeses y franceses, incluso letones procedentes de Curlandia.

Muy similar a nuestra historia, su población indígena desapareció siendo sustituida por la población melanoafricana introducida a la fuerza como esclavos en las plantaciones de caña de azúcar y tabaco. Los «blancos» fomentaron la inmigración de «Coolies» desde India, China, Líbano y Siria así como franceses desde Haití, los que no pudieron reemplazar la minoría inglesa.

Regida por la corona inglesa, Trinidad Tobago declaró su independencia en 1976.

Centro de negociaciones internacionales y sede de la Comunidad del Caribe (CARICOM) se manifiesta como sitio ideal para la inversión, siendo el gas natural uno de sus principales renglones de exportación.

De gran diversidad cultural y religiosa es famosa por su carnaval, y lugar de nacimiento del calipso y del instrumento musical steelpan, que es considerado el único instrumento musical acústico inventado en el siglo XX.

De allí es el insigne poeta Derek Walcott y Vidiadhar Surajprasad Naipaul, ganadores del premio Nobel.

Al otro día comenzaría la reunión. Subimos al primer piso y un sonido metálico, dulce, quejumbroso y adorable nos llevó a la reunión. Era la bienvenida a cargo de los miembros de la banda de steelpam.

Así se sucedió la inauguración con una hermosa reflexión del insigne Peter Minshal reconocido por sus disfraces para el Carnaval ganador de un Premio Emmy.

La reunión, presidida por Su Excelencia, la Honorable Senadora Joan Yuille Williams, Ministra de Desarrollo Comunitario, Cultura y Asuntos de Género de Trinidad y Tobago, logró el consenso de nuevas acciones a favor del conocimiento de las distintas culturas que conforman el Caribe: Muestra Itinerante de Cine, Museo Virtual de América Latina y El Caribe, Museo del Carnaval de las América, el gran encuentro CARIFESTA, el Portal de la Cultura de América Latina y el Caribe así como el programa de capacitación para el Caribe sobre el Patrimonio Mundial.

Hubo una intervención notable de uno de los economistas y negociadores de ese país el señor Sr. Ramesh Chaitoo

Su presentación «La dimensión Comercial de las Industrias Culturales» fue un importante documento de interés para nuestro país.

Dejamos a Trinidad Tobago con deseos de volver, a gozar de su steelpam y de su música.

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