En publicidad la creatividad es el eje central que determina el éxito o fracaso de una gestión orientada a la persuasión a favor de un producto, bien o servicio en un mercado determinado. Por igual, ejercer la práctica de la innovación es la única forma de garantizar y asegurar el éxito y la permanencia de la empresa en un entorno de competencia dinámica como la que se practica en esta era de la comunicación y la información instantánea.

La innovación parece ser el nuevo concepto recién descubierto y puesto en moda por diversos sectores de la sociedad dominicana. Afortunadamente, la puesta en boga de esta concepto  ha creado un ambiente de reflexión  y de ponderación sobre la necesidad de adoptar esta práctica como ejercicio permanente de la empresa y de los planes y proyectos futuros de la gestión gubernamental.

“Continuar lo que está bien” en este sentido, es una oportunidad que se presenta al nuevo gobierno que se inaugura dentro de pocos días en razón de que más allá de la moda, este esfuerzo se viene gestionando desde hace varios años, tomando como “benchmarking” el milagro de la transformación económica producida por Corea del Sur en el transcurso de los últimos 50 años.

Este pequeño país asiático hace cinco décadas se encontraba en una situación crítica y su economía se definía con un paupérrimo PIB que en el 1962 alcanzaba apenas 2.3 mil millones de dólares que comparado con los 857 mil millones de dólares en la actualidad les produce un ingreso per-cápita de 12,000 dólares. Corea del Sur  abandonó el discurso y la retórica cambiándolo por una solida reorganización de su economía dando paso a los productos de alta tecnología y bajo consumo aplicando un programa de conservación energética como base prioritaria de sus continuadas gestiones gubernamentales.