Los estudios llevados a cabo por la reconocida firma Nielsen a escala global indican que existe una tendencia en los mercados internacionales hacia la preferencia por las marcas globales y los productos «made in». La tendencia se verifica también en América Latina y en el mercado dominicano de los últimos tiempos. Esto se debe a que los consumidores de hoy en día tienen acceso a una gama más amplia de bienes gracias a la globalización y la conectividad. La mayoría de los consumidores están expuestos desde el nacimiento a marcas multinacionales y locales, y las expectativas en torno a la elección y la calidad están bien arraigadas.
En los resultados arrojados por la encuesta, los consumidores mundiales muestran una creciente preferencia por las marcas globales en lugar de los productos fabricados localmente. De hecho, solo dos categorías se destacan como bastiones de marcas locales: lácteos y alimentos frescos. Esa preferencia es algo lógica, dado el deseo de los consumidores de comprar productos perecederos lo más cerca posible de la fuente, debido a las preocupaciones sobre la frescura y la calidad.
Específicamente para nuestra región, la tendencia global se replica. El estudio de Nielsen arroja que los latinoamericanos prefieren marcas locales cuando se trata de la compra de alimentos frescos, como leche, manteca, quesos y yogurt; mientras que prefieren las globales especialmente en productos para bebés (como pañales y alimentos de fórmula), bebidas carbonatadas, vitaminas y suplementos y productos de higiene personal femenina. Este entorno es propicio para que el país promocione y posicione una identidad clara, definida y unificada, proyectando la imagen de un país productivo y exportador en el ámbito internacional, fortaleciendo el concepto de «made in» en las etiquetas de los productos que se comercializan en el ámbito local, regional o internacional.