Hacer un recorrido por las grandes superficies comerciales de la ciudad denominadas “malls” por los anglosajones y Plazas de manera criolla, es un interesante ejercicio cuando la visita se realiza con una visión mercadológica y desde el punto de vista de un ejercicio rentable de negocio.
Lo interesante del ejercicio se evidencia en el poco movimiento de compradores “reales” que se mueve al interior de las tiendas, en la mayoría de las que conforman los espacios comerciales en estos centros de consumo.
La situación se torna preocupante tanto para los estrategas en mercadología como para los inversionistas que han aportado sus capitales para dar impulso a este tipo de negocios en el país. Los esfuerzos de comunicación mediática publicitaria y promocional desplegados por los primeros denotan esa preocupación.
En la óptica de los inversionistas, sin embargo y a pesar del siete por ciento de crecimiento de la economía revelado por el Banco Central, debe estar primando con seguridad, los indicadores demográficos y proyectados de la población económicamente activa total, urbana y rural aportados por la Oficina Nacional de Estadísticas.
Estos datos revelan una tendencia al decrecimiento de la PEA urbana en los próximos diez años en ambos sexos, colocándose en un 2.3 por cien de la población, cuando en el año 1980 alcanzaba un porcentaje de 4.5%.
En su próximo paseo de “fit”, “vitrineo” o entretenimiento, dele un “tarjetazo” a la tienda más cercana.