El año 2013 se acerca al final con su tradicional carga de nostalgias y esperanzas para todos los dominicanos, especialmente para los sectores dinámicos de la producción y comercialización de bienes elaborados y mercadeados durante todo el periodo de los 365 días que ahora se agotan.
En la generalidad de los casos el mes de diciembre viene cargado de arraigadas tradiciones que afectan el ritmo de vida de los ciudadanos en todos los aspectos de su devenir y a todos los sectores de la economía y la sociedad en su conjunto.
No obstante las quejas y los pesares de muchos comerciantes que esperaban obtener a la fecha mayores ventas, es indudable que la inyección de los 9,500 millones de pesos distribuidos anticipadamente por el Gobierno a sus servidores, más el aporte hecho también por muchas empresas a sus empleados, ha provocado que fluyan recursos económicos extra.
De esta manera se ha habilitado al consumidor con posibilidades adicionales para la realización de su ejercicio de consumo con una mayor holgura que en los meses regulares del calendario.
La esperanza de estos sectores productivos de la nación reside en que se conviertan en realidad los vaticinios de crecimiento y prosperidad para el 2014, anunciados recientemente por el ministro administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, en el almuerzo mensual de la Cámara Americana de Comercio (AMCHAM).
El ministro administrativo, José Ramón Peralta, parece apostar a que la continuación de las inversiones del sector privado en nuestro país habrá de consolidar el actual modelo de desarrollo económico seguido hasta el momento, al tiempo de afirmar que “comenzaremos el 2014 con el dinero suficiente para inyectar más recursos a la economía desde el primer día y consolidar nuestro modelo de crecimiento con justicia social.”