TRIPODE
Trípode, también en Cultura

TRIPODE <BR>Trípode, también en Cultura

POR DONALD ROWLAND
El develamiento de los ambiciosos planes propuestos y anunciados por el secretario de Estado de Cultura, José Rafael Lantigua, en el acto de inicio del Año Cultural llevado a cabo a mediados de la recién finalizada semana, presagian una acción cultural sin precedentes en los anales de esta fundamental cartera gubernamental.

La jornada, que encierra toda suerte de actividades ligadas al quehacer cultural del país, tiene sustento en el trípode conformado por la creatividad, la pasión y la gerencia, conceptos expuestos por el Secretario como filosofía fundamental y dinamo propulsor de las acciones a ejecutar por su equipo de apoyo.

Estos tres conceptos se constituyen en los pilares que sustentarán el nuevo destino de la cultura dominicana en función de la misión, la visión y los valores adoptados por la dirección actual de esta Secretaría de Estado.

Al definir y explicar el contenido filosófico que encierra cada uno de estos conceptos, Lantigua expresó que «la creatividad se fundamenta en la capacidad para crear un cuerpo de ideas que impulse el quehacer cultural y la dinámica que lo forma, sin necesitar de las muletas anquilosantes, retardantes y frenadoras del facilismo laboral o de los modos de conducta signados por la planificación vertical».

Esta acción creativa debe venir acompañada de la pasión, porque sin esta cualidad, cualquier proyecto naufraga. «Pasión en cada proyecto, en cada visión, en cada sueño. Pasión de servir y pasión de entregar todos nuestros mejores talentos a la causa de darle a la SEC una filosofía y una dinámica operativa que no pudo construirse durante los primeros cuatro años de su existencia».

La visión de Gerencia, por otra parte, «busca incentivar la creatividad y la pasión desde una conducta de servicio al país y dentro de una operatividad política de alto nivel, que valorice el trabajo creador, desestimando oportunismos y conductas donde prime el interés personalista, ofertar una visión activa del trabajo al servicio del Estado y del Gobierno que lo representa, con acciones eficaces y oportunas, y sellar ese servicio con proyectos viables, objetos de una planificación consciente donde primen los valores con que se diseñan e impulsan hoy, en los países de mejor nivel de desarrollo, las estrategias culturales».

Con la puesta en marcha de sus planes para el 2005 la Secretaría busca a mediano plazo ofertar una visión nueva y una metodología distintiva para hacer de la acción cultural una permanente noticia de primera plana y un espacio a atender debidamente en los presupuestos estatales anuales y a largo plazo dejar afirmados los valores de la cultura dominicana, su proyección en el exterior, la seguridad social y económica de los que integran nuestra vida cultural, los que están hoy, los que han estado antes y los que estarán en el futuro inmediato, para hacer de esta pasión creadora que es la cultura, una forma dinámica y aportadora de servir al país, a su desarrollo general, a su mejoría económica, a su crecimiento moral y espiritual, a su visión de progreso y bienestar.

La consecución de estos planes dará sentido y razón de ser ciertamente al slogan adoptado por la Secretaria ¡Hacia el Progreso con la Cultura!

UNA SUGERENCIA

Sin duda alguna se puede afirmar que una de las carteras más dinámicas, (sino la más), de este nuevo gobierno es la de Cultura. Avalada esta opinión por los resultados obtenidos por la misma en el corto plazo de los cuatro meses finales del pasado año y por los planes sin precedentes que están propuestos para el 2005.

Con esta demostración de capacidad, talento, honradez, visión y dinamismo y el apoyo a sus esfuerzos ya demostrado por el Presidente de la República, creemos que el Secretario Lantigua debe cuidarse de repetir en lo adelante en sus discursos la frase de que Leonel Fernández es «El Primer Presidente de la Cultura».

Para los que contamos con máas de cinco décadas de vida por lo menos, la referencia es un tanto traumática, por aquello de que la «dictadura personalista» del pasado siglo, se inicio, con sugerencias y propuestas de la intelectualidad de la época comenzando por nombrarle como el «Primer Maestro»; el «Primer Obrero»; etc. Y casi termina como el «Benefactor de la Iglesia» más de tres décadas después.

Agradecimiento por el respaldo Si. Nombramientos innecesarios y extemporáneos No.

d.rowlan@verizon.net.do

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