Trípode
2009: un año para el optimismo

<STRONG>Trípode<BR></STRONG>2009: un año para el optimismo

La llegada del año 2009 con su carga de predicciones desesperanzadoras para la inmensa mayoría de ciudadanos del mundo, abre también un nuevo capitulo en la vida de la colectividad dominicana. Un capítulo que, a pesar de su virginidad, hereda de su antecesor un cúmulo de dificultades en prácticamente todos los órdenes de su quehacer cotidiano.

La situación económica prevaleciente durante casi todo el año 2008, provocó un sentimiento generalizado de aprehensiones, temores y preocupaciones que matizó el comportamiento de la gente, fundamentalmente en los espacios últimos del año recién finalizado, sirviendo estos de crisol para la conformación del ambiente de incertidumbre que predomina en este inicio del 2009. 

En consecuencia es una realidad insoslayable que el entorno de dificultades económicas generadas y desarrolladas durante el periodo de los doce meses previos seguirá afectando el desenvolvimiento de las actividades del sector productivo nacional, por lo menos en un futuro de corto y mediano plazo, exigiendo de todos un mayor esfuerzo para la consecución de los objetivos de negocios y el ritmo de desarrollo económico del país en sentido general.

Muchas y variadas son las mentalidades y las actitudes a cambiar en este entorno, comenzando por entender que la República Dominicana cuenta con los atributos, las bondades y los valores necesarios para convertirse en el receptor ideal de aquellos capitales cuyos propietarios procuran alcanzar las oportunidades de seguridad y garantía para su crecimiento, condiciones ya perdidas en sus respectivos ambientes.

Las oportunidades se encuentran asimismo en el valor de los productos y los bienes de exportación producidos en el país, ya maduros y en condiciones de afrontar las exigencias y los estándares requeridos por los más sofisticados consumidores en los mercados internacionales. 

Para posicionarlos y alcanzar estos objetivos en un entorno de competencia global se hace imprescindible el uso con mayor intensidad de las herramientas estratégicas del marketing, la publicidad y los medios de comunicación, probados instrumentos de dinamización económica, principalmente en circunstancias como las que nos aguardan en el transcurso de este año de presagiados aprietos monetarios.

Con el apoyo de un fuerte respaldo económico oficial y privado, el aporte individual de una alta dosis de optimismo, esperanza e inteligencia estamos seguros, no obstante, de que serán superadas todas las dificultades y este 2009 será uno de los años de  mayor productividad, progreso y desarrollo para todos los dominicanos.

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