Trípode
30 segundos, US$3 millones, un súper “Super Bowl”

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El asombro y la incredulidad es la primera impresión que manifiesta un neófito en los temas del mercadeo, la publicidad y los medios de comunicación, cuando se entera que un anuncio publicitario de 30 segundos cuesta 3 millones de dólares colocarlo en la transmisión de un evento deportivo, no importa la justificación, naturaleza o trascendencia del mismo.

Ese asombro y sentimiento de incredulidad lo comprobamos en conversaciones con amigos a raíz de las informaciones que al respecto han destacado el encuentro del ya archifamoso juego de fútbol denominado Super Bowl que viene celebrándose en los Estados Unidos desde el  1967. Entonces un anuncio de 30 segundos apenas costaba 42 mil dólares, con solo 40 millones de audiencia televisiva.

El partido celebrado el pasado domingo, en el cual resultó ganador el equipo  Green Bay Packers contra el Pittsburgh Steelers, por el contrario, fue visto por una audiencia de 111 millones de televidentes.

Esta elevada audiencia atrajo la atención, entre otros, de anunciantes tan famosos como los de la industria automotriz Audi, Hyunday, Chrysler   y Toyota, la tienda de electrodomésticos Best Buy utilizando la imagen de Justin Bieber y Ozzy Osborne y la clásica Pepsi-Cola que nunca se queda atrás en estos eventos extraordinarios. Muchos de estos anunciantes aportaron unos cuantos millones de dólares adicionales para ser ubicados en posiciones de preferencia durante la trasmisión.

La celebración anual de este clásico deportivo norteamericano que acaba de efectuar su cuadragésimo cuarta edición, ha sido utilizada a través de su historia como plataforma ideal para el lanzamiento de campañas tanto de productos comerciales como de tácticas y/o acciones de interés político.

Se recuerda el histórico lanzamiento de la computadora Macintosh, el más memorable de los últimos tiempos, mediante el cual la empresa Apple Computers reportó ventas de 72,000 unidades durante los primeros cien días posteriores a la celebración del Super Bowl en 1984. En eventos posteriores han tenido también grandes éxitos  las marcas Chrysler, Gillette y Victoria Secret.

Con una audiencia récord de 111 millones de televidentes y un rating hogares de 46.0 de acuerdo con los datos de Nielsen para esta última versión del Super Bowl, cualquier gran corporación empresarial ofrecería con gusto 3 millones de dólares y algo más por un espacio tan corto como 30 segundos, a cambio de que le permitan participar en este tipo de transmisión extraordinaria en los años por venir.

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