Hoy 
La belleza, al igual que todas las manifestaciones del ser humano en las sociedades de este tiempo, es uno de los elementos objeto del manejo y la aplicación de las técnicas más sofísticas del marketing y la comunicación persuasiva. No estoy seguro de que esto se deba precisamente a la vanidad y a la natural inclinación por aparentar y/o lucir bien cuidada y bien cuidado ante el espejo y los pares, estos últimos generalmente inmisericordes con la crítica hacia los demás.
De lo que sí estoy seguro, es que el éxito alcanzado por los concursos de belleza y de modelaje no es producto del azar y representan un filón de buenos negocios para los promotores de los mismos. Si no preguntémoslo a Donald Trump y su famoso concurso Miss Universe Pageant.
Tratar este tema en estos momentos es oportuno ahora que recién regresa al país en forma triunfante Ada Aime de la Cruz, nuestra representante en ese certamen, trayendo el trofeo de primera finalista en el recientemente celebrado concurso Miss Universo. Este concurso de belleza como tal tuvo su origen en la sociedad norteamericana en el año 1920, pero no fue hasta el año siguiente cuando el dueño de un hotel en Atlantic City comenzó a utilizarlo como una herramienta de marketing para lograr que los turistas se mantuvieran por más largo tiempo en su ciudad.
El evento se ha convertido hoy en un verdadero símbolo mundial, sirviendo de plataforma al desarrollo del mercado de la belleza, uno de los sectores de mayor crecimiento a nivel mundial. Tanto así que el concepto de la belleza se ha ampliado y los productos para su sostenimiento ya no son dirigidos exclusivamente a la mujer, siendo los hombres un blanco de público cada vez más apetecido por los fabricantes en su oferta de estos bienes.
De acuerdo a cifras aportadas por Euromonitor International, el pasado año los hombres gastaron más de 16 mil millones de dólares en productos de cuidado personal, representando este monto un aumento por encima del 7% a nivel mundial en este mercado.
Los estimados indican que las ventas de cosméticos y productos para el cuidado personal varían y algunos exceden los 200 mil millones de dólares anuales, representando los Estados Unidos un 25% de ese mercado en sentido global. Los productos de mayor crecimiento en esta categoría incluyen a los cosméticos de colores, cuidado de la piel, el sol y productos para el pelo de los adolescentes.
En el contexto de este gran negocio los Estados Unidos constituyen un mercado de 45 mil millones en ventas anuales, posicionándose por mucho como los líderes mundiales en ventas de cosméticos y productos para el aseo personal.
