Trípode
Bipolaridad sociológica del dominicano

<STRONG>Trípode<BR></STRONG>Bipolaridad sociológica del dominicano

El comportamiento de los diferentes grupos o conglomerados humanos convertidos en objetivo de comunicación para el consumo de los productos ofertados por la industria y el comercio, es materia de interés para los estudiosos de la conducta humana asociados a los planes y estrategias desarrolladas con esos fines por los sectores productivos de la nación.

Partiendo de esa premisa todavía sorprende a muchos el contradictorio proceder del dominicano en sus manifestaciones públicas colectivas, las cuales a nuestro entender se revelan en una actuación que podríamos definir como de una bipolaridad o proceder discordante a la cual hay que dar seguimiento, si se pretende conocerla en profundidad.

La bipolaridad es un desorden en la que el individuo que la padece presenta unas manifestaciones extremas de dos estados de ánimo principales, las cuales se conocen como el polo depresivo, y el polo maníaco o de euforia.  Estos estados de ánimo fluctúan en la persona de forma cíclica e inconsistente, en la que por momentos sufre de una depresión grave o crónica, y de repente puede presentarse totalmente eufórico

Conversando con familiares y amigos sobre este particular llegamos a la conclusión de que cualquier extranjero que arribe al país y tenga contacto con uno o varios grupos de dominicanos en el periodo de lunes a viernes hasta después del mediodía, no comprendería fácilmente el proceder de esos mismos grupos si se da una vuelta por los colmados, colmadones y centros de entretenimiento durante el fin de semana.

A pesar de ello, todavía muchos conciudadanos nuestros se maravillan y manifiestan un sentimiento de incredulidad cuando se han enterado de que hemos aparecido en un segundo lugar detrás de Costa Rica en el Happy Index Planet (Indice de Felicidad del Planeta) creación de la New Economics Foundation que utiliza una métrica para medir la felicidad de los habitantes del mundo. Esta organización presenta el estudio como una alternativa al PIB, PIB per cápita y demás índices tradicionales basados en la producción, el gasto y los ingresos.

Ese comportamiento y el estado anímico que de él se deriva  conducen a una euforia consumista generadora del a veces  ilimitado gasto en que incurren muchos dominicanos, precursora también del próximo ciclo de estado depresivo en que se cae una vez superada la etapa de alegría y gozo, producto de la situación antes descrita.

Sin lugar a dudas la del pueblo dominicano es una bipolaridad cíclica y recurrente, la cual da vida y consolidación a la existencia de un amplio abanico de negocios, sumiendo contradictoriamente en esta situación a un número mayor de sectores de la sociedad a todos los niveles.

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