Trípode
 Bondades de un mercado en libre competencia

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El ejercicio de los negocios en un mercado de libre competencia comercial ha demostrado ser una bujía generadora del desarrollo económico de un país. A pesar de las limitaciones impuestas por la dictadura y los periodos de práctica oligopólica vividos en el pasado, el país tradicionalmente ha sido un entorno de sana competencia comercial.

Esta práctica se ha visto impulsada por el sostenido crecimiento de la economía dominicana de 4.2% promedio en los últimos años y por el incremento en las inversiones llevadas a cabo, tanto por los empresarios locales como por la inyección de dólares proveniente de los inversionistas extranjeros en busca de un entorno de garantía para sus capitales. De modo que ese crecimiento de la economía y la proliferación de negocios de toda índole, ha actuado como creador y generador de una creciente actividad competitiva que se refleja en las cada vez más atrevidas ofertas de precios y condiciones,  para el uso y consumo de servicios  y de productos en determinadas categorías de negocios.

Esta aseveración es fácilmente comprobable si observamos lo que ha venido sucediendo en sectores tan dinámicos como es el de las supertiendas, la constante labor de crecimiento verificado en los grandes centros comerciales instalados y por instalar en el país, las empresas de telecomunicaciones, los bancos y un sinnúmero de otras áreas de actividad comercial.

En el sector de los megacentros comerciales (o “malls”), se posicionan Acrópolis y Blue Mall como los más vanguardistas en materia de ofrecer condiciones y ventajas tanto para la atracción de clientes a sus espacios como al ofrecimiento de beneficios directos a los usuarios de sus instalaciones. A corto plazo ya se sitúan como competidores directos Ágora y Sambil.

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