Hoy 
DONALD ROWLAND
d.rowland@codetel.net.do
Una de las grandes preocupaciones externadas por el conjunto de empresas que conforman el sector productivo dominicano, se centra alrededor del anhelo de contar con los niveles de competitividad que les permita operar dentro del nuevo esquema de visión global.
La preocupación es válida por múltiples razones. Hoy al pensar en la instalación de una empresa, sería poco inteligente asumirla con miras a satisfacer las necesidades del consumo local, en algún momento se verá compitiendo con similares de factura foránea en condiciones talvez un tanto desventajosa.
También el mercado de consumo se ha venido sofisticando de tal modo que ya no es posible producir bienes de baja o cuestionable calidad, estoprovoca la necesidad de adquirir insumos más costosos y recursos humanos de un más alto nivel. Asimismo, para poder mantener los estándares requeridos es imprescindible contar con las maquinarias adecuadas. Si bien las condiciones del entorno socioeconómico están garantizadas por lo menos a escala macro, no es menos cierto que debe trabajarse en la creación de un ambiente más amigable para la gestión productora a fin de que esta pueda alcanzar, sostener y mejorar su rendimiento y obtener los niveles de eficiencia como plataforma para su sostenibilidad y crecimiento.
En la medida en que las variables socioeconómicas se complican y las crisis energética, alimentaría y medio ambiental se acentúan afectando sensiblemente la gestión empresarial, es más difícil llegar a obtener la anhelada productividad que permita el logro de las ventajas comparativas necesarias en una gestión empresarial exitosa.
En ese sentido es oportuno destacar la simbiosis que viene produciéndose entre el sector gubernamental pertinente y el sector privado en procura del fomento de las condiciones que den al traste con la posibilidad de ofrecer competitividad a nivel local e internacional dentro de un marco de ventajas que sea igualitario para todos.
La tarea debe orientase, entre otros aspectos, hacia el estudio de las condiciones de la demanda y los factores que la determinan. A la puesta en vigencia de la transparencia y las reglas claras que se hagan respetar, dentro de un ambiente donde las finanzas estén en orden.
Establecer reglas tributarias adecuadas y una política macroeconómica capaz de fomentar la inversión de capitales, dentro de un marco económico donde no exista la regulación y control de precios.
