El acelerado ritmo en los niveles de crecimiento del mercado de los vehículos en la República Dominicana en los últimos años ha sufrido un drástico frenazo como consecuencia de una serie de variables que vienen afectando a este negocio en sus aspectos más sensibles.

Trabas tales como las altas tasas de interés de los bancos para el financiamiento de los mismos, los elevados impuestos a pagar por la adquisición de un vehiculo de motor, el alto costo de los aranceles, entre otros, hacen más difícil el mercadeo de los automotores en la actualidad.

A pesar de estas circunstancias el Banco Popular y Acofave (Asociación de Concesionarios de Fabricantes de Vehículos) han montado la tradicional Autoferia Popular durante la cual sus directivos proyectan una venta de 871 unidades.

Es de todos sabido que además de las dificultades señaladas más arriba la economía local y global, en sentido general, se encuentran en una fase de crisis colectiva la cual abarca también al sector de las grandes corporaciones norteamericanas lideres de la industria automotriz, las cuales se encuentran a expensas de la ayuda que pueda otorgarle el gobierno de ese país para la salvación de sus empresas.

Este mercado de los vehículos como cualquier otro sector de negocios, establece una interacción obligatoria entre vendedores y compradores, en este caso de automóviles nuevos y usados, que requiere de una serie de condiciones de lubricación en cuanto a los aspectos fundamentales necesarios para la recuperación y el desarrollo del mismo a los niveles en que se encontraba hace unos cuantos años.

No obstante su actual situación de crisis, el mercado automotriz dominicano es muy competido y es conformado tradicionalmente por tres grupos empresariales diferentes. Esta la Acofave cuyos miembros son representantes de los fabricantes y grandes distribuidores exclusivos, mejor conocidos como los concesionarios.

El segundo grupo se dedica a la importación, distribución y venta de vehículos en la Asociación Nacional de Agencias Distribuidoras de Vehículos (Anadive), la cual cuenta con más de 300 miembros, dedicados fundamentalmente a ser canales de distribución, como intermediarios de los concesionarios de marcas, o sea de los vehículos importados por Acofave.

Los importadores ocasionales y distribuidores informales que actúan como dealers independientes pertenecen al tercer grupo, algunos de los cuales realizan este tipo de negocio esporádicamente, aprovechando facilidades de parientes y amigos para realizar sus operaciones.