Servir como generador de una gestión de negocios que sobrase los 60 millones de pesos en un solo evento, habla muy bien de la calidad y la proyección alcanzada por el mismo si además, ese accionar forja una diversidad de empleos y el involucramiento de una amplia variedad de sectores conexos.

Es el caso de la puesta en escena de Dominicana Moda en su sexta edición. Este evento se ha convertido en un referente de la moda dominicana y una plataforma de excepción para la proyección internacional de nuestras más hermosas y exóticas bellezas del modelaje.

El diseño y los diseñadores de moda locales han encontrado en DM un espacio propicio para su inserción en el mercado internacional, como resultado de los altos estándares de calidad mostrados por el producto final de su labor, siendo sus colecciones cotizadas y requeridas por firmas de prestigio en todo el hemisferio latinoamericano.

La industria de la moda dominicana se ha enriquecido provocando un cambio hacia lo mejor en los sectores y los actores fundamentales del negocio, a tal punto que existe una tendencia hacia la unificación y consolidación de los esfuerzos para la creación de un sello identificativo de la moda dominicana, que como marca compita de manera ventajosa en los mercados internacionales.

El evento ha servido también como una vitrina de lujo aprovechado por las empresas y las firmas de mayor prestigio en el país para la exhibición de sus productos, ofertándolos a miles de compradores que visitan la exposición, al tiempo  que asocian sus marcas al prestigio logrado por DM a través de los años. Sócrates Mckinney, Mirka Morales y Fidel López han sido los protagonistas responsables de que el diseño, la manufactura y el modelaje de República Dominicana haya salido del aislamiento insular en que se encontraba, posicionándose de forma exitosa en el exigente mercado de la moda global.