Hoy 
POR DONALD ROWLAND
El reposicionamiento estratégico que coloca a nuestro país ante los mercados internacionales de la inversión como The Republic of Business (La República de Negocios), está dejando sentir sus efectos de múltiples maneras. Una de ellas se evidencia en el crecimiento alcanzado en este importante renglón de nuestra economía, al pasar de US$649.7 en el 2004 a US$1,168 millones de dólares, en el año 2005.
Una buena parte de los más influyentes sectores del capital de Norteamérica así como de empresarios de otras latitudes con intereses globales, ya tiene su vista puesta en el mercado dominicano, impulsados por el ambiente de apertura comercial y de garantías legales que se respira, como presagio de la puesta en vigencia en los próximos meses del denominado acuerdo DR-CAFTA.
Como parte de ese nuevo entorno muchos han podido observar los movimientos que vienen registrándose en las altas esferas del capital local, en los cuales se han verificado operaciones tan inusitadas como la venta de Verizon a otro grupo económico de importancia en Latinoamérica. La anunciada operación de negocios entre el Citibank y el Scotiabank y la develada y desmentida venta de Refrescos Nacionales (Coca-Cola) a otro grupo económico mexicano.
Por otro lado, el sector turístico sigue siendo uno de los más dinámicos en la inversión, verificándose este como el de mayor crecimiento, al haber recibido más de 544 millones de dólares como destino de la inversión extranjera en el país durante el pasado año. Destacándose proyectos importantes como Cap Cana, Westin Rocco Ki Beach and Golf Resort, Macao Caribe Beach, Hoteles Riu, Altabella Sanctuary Collection Golf and Spa, Ocean World Adventure Park, Moon Palace Resort, Hotel Princess, Grupo Yapur, entre otros.
Los aires que se respiran en el ambiente de los negocios en el país previo a la implementación del DR-CAFTA, presagian cambios considerados por los entendidos en la materia como un hecho de trascendencia tal, que habrá de modificar profundamente el sistema y las normas que han regido la forma en que los mismos han sido manejados tradicionalmente en nuestra nación.
Esta percepción se ve reforzada con los aprestos para la instalación en el país de un Centro Financiero Internacional en la zona Este del país, una de las de mayor impacto y crecimiento en todo el territorio nacional. Su instalación exacta se ubica en una posición media entre Santo Domingo y La Romana y busca servir como vínculo offshore para las operaciones financieras de toda la región.
Este nuevo centro, según sus promotores, se establece como el primero en su clase en el mundo de carácter privado, operado y regulado de forma independiente con el propósito de crear un nuevo modelo financiero, a ser manejado de manera exitosa en el corazón de las Américas.
Entre las propuestas planteadas a sus potenciales clientes, el centro asegura un inicio descontaminado para apoyar y ampliar las posibilidades operacionales de estos, desde cero. Un estimulante marco legal con una positiva estructura regulatoria basada en una arquitectura moderna de información, ubicada en un definido ambiente de negocios.
La puesta en operación de este centro, más la implementación del DR-CAFTA, que también es visto como una piedra angular hacia la consecución del _rea de Negocios Libre de las Américas, otro ambicioso acuerdo de libre comercio el cual envuelve a todas las naciones de Sur América y el Caribe, posibilitarían que Dominicana pudiera convertirse en un futuro cercano en la real y verdadera República de Negocios que pretende ser.
