La entrega de los primeros certificados de incentivos fiscales cinematográficos, llevada a cabo por el Presidente de la República, y entregados a los empresarios Felipe Vicini y David Collado en el Palacio Nacional, sella definitivamente los pasos dados hasta el momento como estímulo al desarrollo de la producción de cine en nuestro país.

Este sector es determinante para la inversión de capitales de factura local y extranjera y la consecuente generación de empleos para los dominicanos. Se materializó con la aprobación de la Ley 108-10, sancionada por el Congreso Dominicano el 29 de julio del 2010.

Muchos cineastas, productores de películas y personas ligadas a este quehacer impulsaron su aprobación, entre los que destacan el propio Presidente Leonel Fernández, el ministro de Cultura,  José Rafael Lantigua, y Eddy Martínez desde el CEI-RD.

Los certificados fueron otorgados a Indomina por la realización de la película “The Truth”, y a David Collado por la producción de “El Rey de Najayo”. La Ley plantea en su artículo 33 que pueden ser beneficiarios de los incentivos fiscales a la actividad cinematográfica en la República Dominicana.

Esta industria local ha encontrado soporte económico para llevar a cabo proyectos que, aunque criticados por algunos “expertos”, han encontrado eco en la satisfacción manifestada por los noveles y masivos cineastas y cinéfilos que han asistido y siguen asistiendo a estas funciones.

La industria cinematográfica es una próspera maquinaria económica, generadora de empleos y exportaciones en países alrededor del mundo. El gobierno debe trabajar en la limitación del impacto de la piratería   local y la industria del cine. Porque en definitiva, las películas son un producto valioso y una propiedad intelectual que debe ser protegida y respetada.