Hoy 
El mundo de competencia global en que se vive en la actualidad obliga a las empresas a tomar más en serio que antes la necesidad de poner mayor atención a las funciones del branding en la gestión de posicionamiento de sus productos en los mercados.
En esa tarea juega un papel preponderante la forma en que esos productos son diseñados, vestidos y embalados a fin de que puedan ser colocados de manera adecuada en los estamentos de la cadena de valor, hasta llegar frente al consumidor final en condiciones de ser preferido, escogido y degustado por éste.
El empaque y la apariencia del producto ha recorrido un buen trecho desde que se convirtiera en una disciplina en la Universidad de Michigan, a principios de los años 50 cuando el mismo era considerado simplemente como una forma de protección del producto en su periplo a través de los canales de distribución, hasta llegar a los hogares para su consumo.
En las últimas décadas, no obstante, la realidad ha cambiado y hoy esa acción es considerada y percibida como de vital importancia en la vida misma del producto, ejerciendo un papel clave en la relación e interacción del consumidor con el producto, al tiempo de guiarlo en su preferencia y toma de decisión final de compra.
Es tan relevante la importancia que hoy se da a la labor de empaque de los productos que este se ha convertido en una industria que, a escala global, sobrepasa los 400 mil millones de dólares, según reporte de la firma Ernst & Young y la Organización Mundial del Empaque.
Del mismo modo las grandes corporaciones fabricantes de productos de consumo están urgiendo a sus expertos en mercadeo para que asuman el empaque como una de sus armas esenciales en la batalla por la conquista de un mayor porcentaje de participación de mercado.
Un estudio conducido por Technology Integrated Solutions (PTIS) y publicado por Packaging Strategies entre más de 100 empresas fabricantes de productos de consumo indica que el 80 por ciento de estas valoran al empaque como algo muy importante, mientras el 37 por ciento asegura que integra esta gestión al inicio del proceso de desarrollo del producto colaborando estrechamente con el mercadeo, estando de acuerdo además en que este debe jugar un papel más determinante en el proceso de su desarrollo y de una forma más integral.
La próxima vez que visite el supermercado y vaya en busca de productos similares fíjese que hasta sin darse cuenta, siempre preferirá el que mejor empacado, diseñado y atractivo este en su presentación.
