Trípode
Encuestas con Aval de Credibilidad

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La Industria del Marketing, la Publicidad y los Medios de Comunicación. ¡OH! Sagrada Publicidad, cuantos genios aparecen en tu nombre.

Aun reconociendo el valor que tiene la encuesta como herramienta estratégica para la toma de sus decisiones, los políticos dominicanos de toda laya se encuentran ante el dilema de no saber manejar sus resultados, cuando estos le son desfavorables.

 La primera reacción es tratar de desacreditar la fuente auspiciadora o la firma ejecutora del estudio, gestión que tuvo cierta validez en épocas pasadas cuando muchas de las firmas dedicadas a esta labor carecían del aval de credibilidad necesario para darle transparencia y veracidad a su trabajo. Los políticos en ese entonces se daban banquete. Blandiendo cada uno su encuesta preferida cual espada de agudo filo, como arma de seducción ante el electorado, dependiendo de que su realización fuese pagada por ellos o que los resultados le fueran favorables a sus particulares intereses. Este panorama dio un giro hacia lo positivo cuando los diarios dominicanos comenzaron a incursionar en este terreno contratando a las firmas más serias y reconocidas para hacer investigaciones de forma  periódica y colocar sus resultados en las páginas de los diarios. (Clave-Noxa-Cies, El Caribe-Asisa, Research Group (ARG), Listín Diario-CID Latinoamérica, Greenberg-Diario Libre, entre otros). En línea con esta tendencia el periódico Hoy acaba de publicar la última encuesta producto de su acuerdo con la firma Gallup Dominicana representante de The Gallup Organization, una de las más reconocidas firmas de investigación, sondeos de opinión pública, consultoría e imagen. Esta firma es presidida localmente por  Rafael Acevedo Pérez, sociólogo, mercadólogo y comunicador con varios años en la televisión dominicana, quien posee una alta reputación y una sólida formación académica y estudios en chile, Texas, Londres y Nueva York. Si bien esta encuesta abarca un abanico múltiple de sectores y de temas, sus resultados se imbrican y se articulan con los intereses generales de la población en sus aspectos de mayor relevancia, ligados a las soluciones puramente de corte político aplicables en cada caso.

Ningún político en su sano juicio pone en duda, hoy, la validez de la herramienta de la investigación social como arma  para lograr  las posiciones de poder y de toma de decisiones en los distintos estamentos del Estado. E aval de credibilidad y confianza que aportan los periódicos al incursionar en este campo asordinan las quejas de los que disienten de sus resultados, colocando a los políticos en la difícil posición de buscar argumentos más allá de la simple descalificación mediante el descrédito y la difamación.

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