La resolución 009-2011 del Consejo Directivo de ProConsumidor viene a paliar un poco la tradicional vulnerabilidad del consumidor dominicano ante las actividades y las ofertas promocionales y publicitarias de algunas empresas, instituciones y programas de radio y televisión.

Estas actividades inducen a los actores comerciales al uso mercadológico de la gestión promocional en toda su amplitud y variedad, en busca de atraer hacia sus negocios el poco dinero de que dispone el consumidor para sus  gastos.

Una gran cantidad de ofertas de toda índole aparecen diariamente en los medios de comunicación tanto escritos como electrónicos. Ofrecimientos de la banca, las tiendas de retail, los bienes raíces, las plazas comerciales, las cadenas de supermercados, entre otros, mantienen una permanente comunicación con el público.

Esta resolución “ordena a toda persona física o moral que anuncie, efectúe, celebre, organice o de otro modo encomiende la celebración de concursos, rifas y sorteos para promover compañías, instituciones, bienes, servicios o cualquier otro propósito para beneficio comercial, a registrar ante Pro Consumidor las prácticas comerciales denominadas concursos, rifas y sorteos de bienes y servicios realizados en el territorio nacional”.

La obtención de resultados positivos en el balance comercial al cierre de operaciones lleva a muchos empresarios al uso de mecanismos de promoción que a veces rayan en lo que los anglosajones denominan “misleading advertising” (publicidad engañosa), prometiendo mucho más de lo que realmente están en condiciones de cumplir.

La medida, con toda su carga de sana intensión regulatoria, tiene implícito un nivel de peligrosidad para los fines y resultados esperados por los auspiciadores y/o patrocinadores de estos concursos.