En el ambiente de crisis económica que vive el mundo, principalmente las economías de los países más desarrollados, hay claras oportunidades para los países en desarrollo, cuya oferta presente a los inversionistas condiciones de estabilidad política y sostenido crecimiento económico.

Las inversiones llegadas en los últimos años a la América Latina como región lo confirman al observar las cifras de la Cepal indicando que en el 2011 estas inversiones alcanzaron 153,000 millones de dólares, que con respecto a los 120,880 del año 2010 registró un incremento de 27%.

Este movimiento ascendente de la inversión extranjera mundial  tuvo su impacto también en la región del Caribe, con un aumento del 20% que fue liderado por la República Dominicana mediante la captación de un significativo monto de 2,371 millones de dólares en el 2011.

La dinámica de atracción de la inversión extranjera a nuestro país en los últimos años, denota un cambio en la estructura de esos capitales en términos de su origen y diversidad. Esos capitales provienen de México, Canadá, España, Venezuela y otros tantos países de América Latina y el Mundo. Las mexicanas alcanzan el monto de 6,400 millones.  Asimismo solo en el 2010 su inversión fue de 369.2 millones, seguidos por  los canadienses con 329.2; Estados Unidos 306.8 y España 299.3 millones de dólares.

Estos capitales han venido a impulsar a sectores como turismo, telecomunicaciones, comercio, servicios, transporte, minería, industria y la recuperación de las zonas francas, áreas vitales para dar impulso a un más rápido desarrollo de la economía dominicana.

Esas oportunidades de inversión han estado presentes para los capitales nativos que entiendan que la nueva visión del mundo requiere la existencia de un empresariado dispuesto a tomar riesgos y a asumir el liderazgo en el tema del emprendimiento y la innovación.