Trípode
Servicio al cliente paradigmacontradicción

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La satisfacción del cliente es el norte por excelencia que debe perseguir una empresa no importa la clase o tipo de negocio de que se trate. El buen servicio prestado al cliente es uno de los valores fundamentales que establece la diferencia entre una empresa exitosa y otra poco apreciada entre sus consumidores o usuarios.

Una experiencia personal ocurrida recientemente nos permite aquilatar la importancia de este valor al tiempo de comprobar la contradicción que existe entre los nuevos paradigmas del siglo XXI y la forma de pensar de muchos dirigentes y capitanes de empresa apegados todavía a normas y costumbres del siglo pasado.

Como de costumbre iniciamos el asueto sabatino dedicando tiempo al cumplimiento de las diversas gestiones de ese día, imposibles de llevar a cabo durante la jornada cotidiana de trabajo. La primera gestión realizada fue una llamada al departamento de servicios al cliente del periódico Hoy para reclamar la falta del acostumbrado ejemplar de ese diario que no había llegado a nuestra puerta. Nos atendió Wendy Rodriguez y dos horas más tarde ya teníamos el ejemplar en nuestras manos.

Como segunda tarea nos acercamos a Telecable-Tricom para realizar el pago del servicio de cable correspondiente, encontrándonos con la sorpresa de que luego de haber puesto en práctica el procedimiento electrónico de tomar un número asignado y luego pasar a un launge con asientos para la espera, esta empresa ha regresado al sistema de atención por turno de llegada o sea “hacer fila” para pagar, con todos los inconvenientes que esto supone para la satisfacción del cliente.

Al trasladarnos a Claro-Codetel en Acrópolis con el interés de solicitar un up-grading de nuestro servicio de internet en el hogar y reportar las dificultades experimentadas con el aparato celular que poseemos, experimentamos una contradictoria sensación al recibir un trato amable y eficaz de la joven Digna Aquino en las oficinas de atención directa de esa empresa, quien nos resolvió rápidamente, en contraste con la ofrecida en el módulo externo Expert-Point de su distribuidor autorizado.

Una vez finalizada la primera gestión nos acercamos al Expert-Point encontrándonos allí con Ambar Jiménez una representante de esa unidad outsoursing de Claro-Codetel quien evidentemente no tiene el más minino conocimiento sobre su rol de servidora del cliente, al mantenerse apegada a su conversación o chateo celular y rechazar de plano nuestra intención de ofrecerle un sano consejo para el mejoramiento de sus funciones.

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