El anuncio de que en los próximos meses se dará inicio a la exportación de ron Brugal al mercado japonés debe llenar de orgullo y satisfacción a los productores y fabricantes de bienes  identificados como de origen dominicano, ya que existe un aforismo aceptado por la mayoría de los exportadores en muchos países del mundo, en el sentido de que quien logra exportar al Japón, lo puede hacer a cualquier otro mercado del mundo.

Esto así, en razón de que se considera que ese país es el más exigente en cuanto a los estándares y las normas de calidad y de respeto medioambiental, impuesto a todos aquellos que desean colocar y ofertar sus productos a esa  educada y estricta población consumidora.

Durante mucho tiempo el Ron Brugal ha sido reconocido como una de las marcas más simbólicas y representativas de la capacidad de innovación en cuanto a la elaboración, fabricación y mercadeo de un producto con los estándares requeridos para su inserción en los mercados internacionales.

El grado de sostenido liderazgo alcanzado por esa marca  a través del tiempo, le garantiza cierto nivel de licencia para llevar a cabo actividades que se enmarcan dentro de las líneas modernas de acción que deben ejecutar las empresas de vanguardia, en este tiempo de intensas labores competitivas en los mercados del mundo. Las oportunidades están presentes en ese ámbito de competición el cual registró en materia de las bebidas espirituosas un monto de 216 mil millones en el 2007, estimándose que para el 2012 esa cifra ascienda a los 245 mil millones de dólares.  La marca Brugal ha venido brillando ya en el mercado asiático mediante una intensa actividad de exportación hacia Corea del Sur, Taiwan y China, como ha informado el Presidente de esa compañía Franklyn Baéz Brugal, señalando que la firma exporta en la actualidad más del 42% de su producción total, teniendo como principales destinos de su producto el mercado Europeo y el de Estados Unidos.  Con estas características se puede asegurar que esta marca se constituye en uno de los emblemas identificadores de la determinación y la confianza de los empresarios dominicanos, en su capacidad para posicionar ventajosamente sus productos en los exigentes mercados globales de este tiempo.