Vicky Goodson tenía la ilusión de convertirse en mamá. Sin embargo, tristemente murió sin cumplir su sueño realidad porque aunque ya estaba embarazada, murió sin conocer a su bebé.

Todo se debió a complicaciones de la COVID-19. Goodson, oriunda de Carolina del Norte, dio a luz mientras se encontraba conectada a un respirador tras haberse contagiado de coronavirus.

En declaraciones a la prensa, su familia explicó que ella había sido ingresada en el hospital a principios de septiembre. Poco después hubo que conectarla a un ventilador para que pudiera respirar y quedó en estado inconsciente.

Pero así inconsciente, dio a luz a la pequeña Reign Monet, una hermosa bebé quien llegó al mundo el 11 de septiembre a través de una cesárea de emergencia, aunque estaba previsto que naciera a mediados de octubre.

Tarisha Leach, hermana de Goodson, dijo que la bebé recién nacida era todo un milagro.

«La bebé es una bebé milagrosa»,»Una bebé milagrosa. Es hermosa», dijo a WSOC-TV, un canal local.

El bebé no tenía COVID-19 y pasó dos semanas en la UCIN. La niña ahora está siendo atendida por familiares en casa.

La familia de Goodson dijo que fue cautelosa durante la pandemia, especialmente cuando estaba embarazada. Trabajaba en la escuela y esperaba vacunarse hasta después de dar a luz. Los miembros de la familia esperan que la historia de Goodson anime a otras madres embarazadas a vacunarse.

«Las mujeres embarazadas deben vacunarse», dijo Leach. «Definitivamente vacunarse. Es lo más seguro en este momento protegerlos a ellos y al bebé».