Tristes memorias forenses 2016

Tristes memorias forenses 2016

La tierra solamente requiere de unas 24 horas para dar una vuelta completa sobre su eje, lo que se traduce en el maravilloso fenómeno que denominamos día y noche. En su movimiento de traslación tarda 365 días en realizar un giro completo alrededor del astro sol. Gracias al último evento podemos vivir las expresiones geológicas de las cuatro estaciones, a saber, primavera, verano, otoño e invierno. Analizado desde esta perspectiva diremos que el difunto año forense 2016 tuvo un verano y un invierno de triste recordatorio. Fue a mediado de agosto del 2016 que se desenterró la osamenta de la niña Carla Massiel desaparecida el 25 de junio de 2015. En aquella ocasión criticábamos la imprudencia de hablar a los medios informativos precipitadamente sin antes haber concluido la investigación. El peritaje médico forense resultó en un mayúsculo fiasco pues nunca pudo responderse de modo científicamente contundente si a la menor se le habían o no removidos algunos órganos internos para fines de trasplante. Con ese experticio se cumplió la máxima universal en patología forense de que la investigación que arranca mal difícilmente termina bien. En pleno invierno y a punto de cerrar las festividades de Navidad y año nuevo sorprenden de modo desagradable las imágenes del cadáver acribillado a balazos de quien en vida respondía al nombre de John Percival Matos, ex teniente del Ejército Nacional. Los detalles de las circunstancias en que el joven perdió la vida de manos de la Policía Nacional fueron dados a conocer horas después por ese mismo cuerpo del orden público. El ex militar era señalado como el cabecilla de una peligrosa banda de atracadores cuya última acción habría sido el asalto a la sucursal del Banco Popular Dominicano ubicada en la súper tienda Lama de la avenida 27 de Febrero, en el del Distrito Nacional. El ahora occiso venía siendo perseguido durante meses por las autoridades del orden. Según el parte policial leído por su vocero, Percival “resultó muerto en un enfrentamiento con policías y militares en el motel La Fuente del Placer, ubicado en la carretera Duarte, a la altura de Bonao”. Nos llamó poderosamente la atención de que siendo el Ministerio Público responsable de la investigación judicial de cualquier hecho de sangre que suceda en el territorio nacional, sea la Policía quien se encargue de informar del suceso a la opinión pública. Peor aún es saber que quien ha realizado la pesquisa del lugar y circunstancias sea el mismo órgano informante. Jurídicamente se nota un conflicto de intereses en el que quien investiga y aporta las evidencias para la Justicia sea la misma institución que ha sesgado la vida del inculpado.
Los tropezones hacen levantar los pies. Sepultemos de una vez y para siempre los yerros forenses del 2016 y miremos con optimismo y mucha fe al 2017. Un mundo mejor para los y las dominicanas es posible. Luchemos por alcanzar el dorado sueño duartiano: “Sed justos lo primero, si queréis ser felices. Ese es el primer deber del hombre; y ser unidos, y así apagaréis la tea de la discordia y venceréis a vuestros enemigos, y la patria será libre y salva. Yo obtendré la mayor recompensa, la única a que aspiro, al veros libres, felices, independientes y tranquilos”.

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