Triunfar sobre los enemigos

Triunfar sobre los enemigos

POR CLAUDIA HERNÁNDEZ DE ALBA
Esdras: 8:31

Cuando el profeta Esdras y sus compañeros salieron de Babilonia para regresar a Jerusalén, fueron testigos de cómo Dios libra a su pueblo de sus enemigos.

Es común  en nuestro medio laboral, (o cualquier otro) ser objeto de la adversidad y políticas contrarias que, aparte de incomodarnos, ponen incluso en riesgo nuestra permanencia en el trabajo y nos desestabilizan de alguna forma emocional y espiritualmente, produciendo en nosotros sentimientos negativos que transmitimos en el entorno familiar.

Esto es lo que  llamo persecución. Sin embargo, por algunas experiencias que he vivido, puedo testificar que como resultado de mi confianza en Dios, he sentido   cómo la mano de mi Señor estaba conmigo y me libró de la mano del enemigo (Jn. 15:19)

El Salmo 37:10 nos alienta cuando nos dice: “Pues de aquí a poco no existirá el malo, observaras su lugar, y no estará allí”.

Los cristianos especialmente, necesitamos saber “cómo triunfar sobre los enemigos” , tema de reflexión. Jesús dijo: ¡Hay de vosotros, cuando todos los hombres hablen bien de vosotros! Porque así hacían sus padres con los falsos profetas. (Lc.6:26).

Como cristianos, podemos esperar ser aborrecidos por los que no son creyentes.

Quien se jacta de no tener enemigo alguno, o es ingenuo o poco sincero. Lo anterior se fundamenta en que no se puede transitar en la vida sin hacer un enemigo.

Jesús nos mandó, en Mt. 5:44: “Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen” . De este texto conviene subrayar las acciones que debemos emprender: amar, orar, bendecid y haced bien, ¿podemos tomar esta actitud hacia nuestros enemigos? Se antoja más que imposible, pero cuando el apóstol Pablo nos dice ¡todo lo puedo en Cristo que me fortalece!, y  vemos que Esteban asumió esa actitud cuando, puesto de rodillas, clamó a gran voz: ¡Señor, no les tomes en cuenta este pecado!, sin lugar a dudas nos dan un  gran ejemplo a seguir.

La Biblia nos dice que seamos bondadosos con nuestros enemigos siempre que tengamos oportunidad, como se nos aconseja en Rm. 12:20, 21: “Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber, pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza”. Un  ejemplo de esto: David venció a su enemigo, el rey Saúl, no con espada, sino con bondad, “¡La blanda respuesta quita la ira, mas la palabra áspera hace subir el furor”.

¿Deseamos que nuestros enemigos hagan la paz con nosotros? La Biblia nos dice cómo:  “Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová, aun a su enemigos hace estar en paz con Él”. (Pr. 16:7).

David pidió en oración ser librado de sus enemigos. Debemos creer que es bíblico que nosotros pidamos en oración ser libres de nuestros enemigos: Salmo 59:1, “Líbrame de mis enemigos, Oh Dios mío; ponme a salvo de  los que se levantan contra mí”.

Dios se especializa de librar a sus hijos de sus enemigos.  Samuel, en su segundo libro, expresa: “  ”El que me libra de enemigos, y aun me exalta sobre los que se levantan contra mí;    me libraste del varón violento”. (2 Samuel 22:49).

Actitud de corazón correcta, que es importante mantener hacia los que nos hacen mal. Cuando Dios nos libre, alabémosle por haberlo hecho, pero no nos regocijemos de lo malo que pueda haberle ocurrido a nuestros enemigos. Sal. 136:1-24 “Alabad a Jehová porque para siempre es su misericordia… y nos rescató de nuestros enemigos porque para siempre es su misericordia”.

Pr. 24:17-18: “Cuando cayere tu enemigo no te regocijes, cuando tropezare, no se alegre tu corazón; no sea que Jehová lo mire y le desagrade y aparte de sobre él su enojo”.

Actitud perdonadora: al lidiar con enemigos es de gran importancia para nuestro propio bienestar espiritual, Jesucristo dice en Mt:14-15: “Porque si  no perdonais a los hombres sus ofensas  tampoco vuestro Padre celestial perdonará vuestras ofensas.

Claudiahdez_07@hotmail.com

Los cristianos especialmente, necesitamos saber “cómo triunfar sobre los enemigos”.

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