Triunfaron las AFP

Triunfaron las AFP

Matías Bosch.

Como se ha planteado desde marzo de 2019 -inmediatamente se presentó el proyecto de modificación al esquema de comisiones que cobran las AFP en República Dominicana- aseguramos que difícilmente sus ganancias disminuyan. Es más, distintos expertos con diferentes enfoques teóricos y posiciones políticas, han coincidido en que las ganancias van a aumentar.

Así como hemos dicho que las ganancias de las AFP entre 2004 y 2018 superaron los 33 mil millones de pesos, y que en lugar de disminuir se podrían elevar, logrando de 2020 a 2029 ganancias de más de 47 mil millones, hemos sido claros en lo siguiente: nadie quita que en determinado año -como 2019- con el esquema antiguo los ingresos y por tanto las utilidades serían mayores, comparadas con el esquema nuevo.

Pero lo importante es otra cosa, que no se quiere discutir y es “por dónde le entra el agua al coco”: ahora los ingresos y las ganancias de las AFP estarán libres del “dolor de cabeza” de los vaivenes del mercado financiero, y crecerán conforme crezcan las cotizaciones y el fondo administrado.

Siendo así ¿por qué se dijo que con el esquema nuevo va a haber un “ahorro de 53 mil millones de pesos” en detrimento de las AFP y en beneficio de las personas? Sencillamente porque se ha divulgado una tabla usando el esquema antiguo con ingresos que supuestamente no decrecerían nunca, y eso no tiene bases en la realidad.

¿Que en 2019 se ganaron una fortuna superior a los 9 mil millones de pesos? Cierto, pero también es cierto que con el anterior esquema de comisión, las AFP se obtuvieron entre 2012 y 2019 unas tasas de crecimiento de sus ingresos que fluctuaron entre -36% y 104%. Siempre han obtenido ingresos positivos y ganancias, pero unas veces subiendo y otras cayendo, como pasó en 2014, 2015, 2016 y 2018.

La tabla difundida, para afirmar que estamos ante una victoria tipo Robin Hood, omite esa realidad. Por lo tanto, la comparación de los dos esquemas para el periodo 2020-2029 está hecha sobre una ficción, que no obedece a la evidencia empírica, ni a la experiencia histórica ni al comportamiento normal y esperable de cualquier mercado, especialmente el financiero. Esa ficción no la compensa ningún modelo computacional. Si las AFP no han ni siquiera chillado es porque nunca pudieron ni tuvieron que demostrar que este proyecto es bueno para la gente. Callaron y callan porque, lejos de perjudicarles, esta ley las protege y beneficia.

Por último, subráyese lo más importante: en la Comisión Bicameral no fue posible convencer a nadie ni construir consenso alguno sobre que este proyecto respondía a las necesidades y reclamos sociales, menos de que representa un cambio en la sustancia del sistema de pensiones: si va a haber derecho efectivo a las mismas y si van a ser dignas y humanas. De hecho, tanto los proponentes en la Comisión Bicameral como las propias AFP saben y han admitido que este cambio a la ley no altera en lo más mínimo las tres variables fundamentales: cuántas personas accederán a una pensión, qué tasa de reemplazo obtendrán, y para cuánto les alcanzará en su diario vivir.

En resumen: 1) Quien hable de ahorro o menos ingresos para las AFP lo hace sobre la base de una ficción, 2) Podemos afirmar que bajo el esquema nuevo las AFP tendrán iguales o mayores ganancias, 3) Las AFP se han asegurado ingresos y ganancias crecientes sin importar cómo funcione el mercado, y 4) Trabajadores y empleadores siguen teniendo el mismo futuro: las peores pensiones de América Latina.

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