FALUYA, Irak.- Los infantes de marina estadounidenses que efectuaron un violento asalto contra los rebeldes de Faluya, al oeste de Bagdad, son víctimas ahora de estrés y necesitan atención de sicólogos.

«Vienen a vernos sobre todo por insomnio o porque sufren pesadillas», explicó el teniente Thomas Fearing, sicólogo y oficial de la marina.

Los síntomas de alerta pueden ser también crisis de irascibilidad o de apatía aguda, agregó otra sicóloga, la teniente Erryn Simmons, en una base cercana a Faluya.

Miles de infantes de marina lanzaron el ataque contra Faluya el 8 de noviembre y controlaron la ciudad al cabo de sangrientos combates. Casi siete semanas después, aún quedan focos de resistencia, comprobó un periodista de la AFP.

El ver heridas graves, escuchar los gritos de los heridos, asistir a la muerte de un camarada, el temor de morir y el caos de la guerra son todos factores susceptibles de afectar a los más sólidos soldados, dijo el sicólogo.

El objetivo de los sicólogos es «evitar que los síntomas del estrés del combate, si no se toman en cuenta, deriven hacia un verdadero síndrome», explicó la sicóloga militar.

La técnica más corriente es la de hacer revivir al paciente la experiencia que ha vivido, describiéndola en detalles, «para que caiga en cuenta de lo que ha pasado». También se utilizan técnicas de relajación y somníferos suaves para combatir el insomnio.

Ninguna entrevista con pacientes examinados por los dos sicólogos fue autorizado por la oficina de relaciones con la prensa de los infantes de marina cerca de Faluya.