Tropas EU seguirán en Irak

Tropas EU seguirán en Irak

WASHINGTON (EFE).- El Gobierno de EEUU insiste en que se mantendrá en Irak el tiempo que haga falta pero espera que el impulso cobrado con las elecciones del domingo permita aumentar la participación internacional y comenzar el retorno de sus tropas.

   El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, que considera el éxito de las elecciones del domingo una reivindicación de su política, ha comenzado ya a presionar a los líderes extranjeros para que ofrezcan un compromiso tangible con respecto a Irak.

   Así, hoy Bush dialogó por teléfono, entre otros, con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso; el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, o el presidente ruso, Vladímir Putin.

   La jornada anterior, Bush había hablado con su gran aliado, el primer ministro británico, Tony Blair, así como con varios de los dirigentes que más se opusieron a la guerra en Irak, como el presidente francés, Jacques Chirac; el canciller alemán, Gerhard Schroeder, o el secretario general de la ONU, Kofi Annan.

   Según explicó el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, «éste es el momento de centrarnos en las maneras en que todos en la comunidad internacional podemos apoyar al pueblo iraquí y los nuevos dirigentes iraquíes en sus trabajos para levantar una democracia completa en Irak».

   «Esperamos que todos los países cumplan su parte en ayudar al pueblo iraquí a avanzar a partir del gran éxito logrado este fin de semana», agregó el portavoz.

   De esa manera, por ejemplo, a De Hoop Scheffer y Durao Barroso -a los que verá en Bruselas durante su gira por Europa a finales de este mes- el presidente, según McClellan, les reclamó que las declaraciones de apoyo de los líderes europeos se transformen en compromisos tangibles.

   En particular, con el secretario general de la OTAN Bush habló de la posibilidad de expandir el programa de la Alianza Atlántica de adiestramiento de las fuerzas de seguridad iraquíes.

   «Estamos avanzando para tratar de poner eso en marcha completamente», declaró el portavoz, quien apuntó que este programa será uno de los puntos principales en la conversación cuando ambos dirigentes se reúnan en Bruselas el día 22.

   Este último punto es de especial relevancia por cuanto el compromiso declarado de EEUU es permanecer en Irak hasta que las tropas iraquíes puedan hacerse cargo de la seguridad de su propio país, un proceso que hasta ahora ha sufrido numerosos reveses.

   En las últimas semanas, la oposición demócrata ha incrementado sus llamamientos al Gobierno para que presente un «plan de salida», no necesariamente de aplicación inmediata, para la retirada escalonada de las tropas estadounidenses.

   Actualmente, EEUU cuenta con 150.000 soldados desplegados en Irak, tras aumentar este contingente en 12.000 el pasado diciembre para proteger la celebración de las elecciones.

   Altos mandos militares han indicado que los planes que contempla el Pentágono prevén mantener soldados en Irak al menos dos años más.

   Según ha indicado McClellan, en el discurso sobre el Estado de la Unión mañana, miércoles, en el que fijará su programa de gobierno para este año, Bush dedicará un amplio espacio a Irak.

   Sin embargo, no especificará ningún calendario de salida. «A veces los calendarios envían un mensaje a los terroristas de que lo único que tienen que hacer es esperar y coordinar sus atentados según ese calendario», declaró el portavoz.

   Pero si la Casa Blanca no maneja, al menos públicamente, una estrategia de salida, el Congreso ha comenzado a estudiar opciones.

   Hoy, el Comité de Relaciones Exteriores del Senado celebraba una audiencia con expertos de varios centros de estudios para determinar cuál debe ser la estrategia a seguir en Irak.

   Según advirtió el experto en Irak del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), Anthony Cordesman, hace falta «una declaración del presidente de que nos marcharemos en el momento en el que el Gobierno iraquí nos lo pida, que no mantendremos bases permanentes, que no explotaremos el petróleo o la economía iraquí».

   Además, agregó Cordesman, «necesitamos una estrategia regional que apoye lo que hacemos en Irak. Debemos dar la máxima prioridad a la resolución del conflicto árabe palestino y hacer nuestros esfuerzos totalmente visibles».

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