GAZA (AFP) – Al menos cinco palestinos, dos de ellas niños, murieron la noche del martes al miércoles cerca de la ciudad de Gaza, donde el ejército israelí intensificó su ofensiva y realizó severos ataques por tierra y aire, destinados a doblegar a los activistas y a recuperar con vida a un soldado secuestrado.

Según fuentes de los servicios de seguridad palestinos, al menos de cuatro personas fallecieron cuando un F-16 de la aviación israelí bombardeó y demolió una casa de tres pisos situada al norte de la franja, que pertenecía a un dirigente del movimiento islámico Hamas, Nabil Abu Salenyeh.

Después de la medianoche, varias columnas de tanques entraron por diversos puntos de la franja de Gaza. Según testigos de parte israelí y palestina, los blindados se adentraron un kilómetro a la altura de Deir el Balah, campo de refugiados situado en el centro de la región, mientras otra columna entró por el sur de la región, a la altura de la ciudad de Jan Yunes.

El martes, primer ministro israelí, Ehud Olmert, y el titular de Defensa, Amir Peretz, dieron al ejército su autorización para continuar e intensificar esta ofensiva llamada “Lluvias de verano”, que ya provocó 57 muertos palestinos, muchos de ellos civiles. El pasado jueves, las tropas del Estado hebreo iniciaron una ofensiva terrestre de gran envergadura en Gaza por primera vez desde el desalojo sus colonias y la retirada de toda presencia militar en la franja, en septiembre del 2005.