Troya, la gesta épica de los griegos pasada por las armas de Hollywood

Troya, la gesta épica de los griegos pasada por las armas de Hollywood

“Canta, oh diosa, la cólera del Pélida Aquiles; cólera funesta que causó infinitos males a los aqueos y precipitó al orco muchas almas valerosas de héroes, a quienes hizo presa de perros y pasto de aves”.

Con estos versos inicia una de las obras literarias que por más de dos mil quinientos años ha sido pilar sobre el que se ha sustentando gran parte de la cultura occidental.

Estos versos son el preludio de la magnitud y la fuerza arrolladora de las imágenes con que nos vamos ha encontrar a todo lo largo del canto poético. En su oda, Homero, canta la gloria y la grandeza de los héroes que combatieron en la mítica guerra de Troya, guerra en la que no sólo combatieron los hombres inmortales, sino que también los mismos dioses olímpicos tomaron parte en la batalla decantándose por uno de los dos bandos y desbordando todas sus pasiones.

La Ilíada recoge un hecho histórico y lo transmuta en un mito, y como todo relato mítico, su fin último no es el de contar la veracidad de los hechos, sino que se sirve de éstos para transmitir lo que la realidad tiene de misterioso o inusitado.

Homero no sólo cuenta una guerra, sino que en su canto confluye todo lo que el hombre es y su devenir, desde sus interrogantes acerca de la existencia, hasta sus más ciegas pasiones, sus relaciones de poder, el destino inevitable, el amor, el honor y la codicia, el individuo y la colectividad, etcétera.

Entonces, intentar recoger en un filme esa obra es una tarea que puede ser tan ardua como agotadora o que incluso puede convertir en tarea casi imposible. La ‘Troya’, del realizador Wolfgang Petersen, parte de un guión de David Benioff (‘25th hour’). Lo primero que llama la atención en el guión es que el mismo se desprende totalmente de toda referencia a la mitología, reduciendo la complejidad de la puesta en escena.

Lo que los productores han hecho es tomar la columna vertebral de la Ilíada y la han desgajado en varios pedazos y con ellos han construido su propia historia. Las personas que hayan leído con pasión la Ilíada, pueden encontrarse ante una gran decepción.

En ‘Troya’, Hollywood pone a funcionar todas sus herramientas para reconvertir, manipular y destruir una obra clásica para convertirla en una película llena de tópicos y al servicio de sus intereses comerciales, Homero para el gran público. La película no recoge ni por asomo toda la fuerza, la fantasía y la heroicidad de la Ilíada. Cambia la historia, los destinos de los personajes, elimina situaciones determinantes, caricaturiza ciertos personajes. Lo que ésta hace, es esquematizar la historia en una serie de secuencias, acciones y situaciones irregulares, convirtiendo a la historia más bien en una serie de pasajes sin cohesión.

Sin embargo, la película tiene sus momentos de brillantez y lucimiento: Tenemos a un Aquiles interpretado por Brad Pitt, que gracias a un físico tremendo, en los momentos de la batalla transmite la fuerza y la furia que le corresponde a un semidios, pero que en las escenas dramáticas no logra transmitir mucho. Por otro lado, se encuentra un correcto Eric Bana en el papel de Héctor, que nos muestra a un personaje bien construido en su lucha consigo mismo, pero algo falta en él. Un Peter O’Toole que parece homérico, encarna muy bien el personaje de Príamo. También, Brian Cox sabe transmitir la furia de un verdadero guerrero aqueo en su papel del rubio Menelao. Es destacable el vestuario, las escenas guerreras y sobre todo la lucha entre Héctor y Aquiles.

“Troya”, de Wolfgang Petersen, es una producción que entretiene y que su proyección puede resultar emocionante para un público poco exigente. No la recomendamos a helenistas apasionados.

[b]EL FILME[/b]

La semilla de la guerra es sembrada cuando el rey Menelao de Esparta ofrece un banquete para hacer las paces con el rey Príamo de Troya, representado por su hijo mayor, el príncipe Héctor, defensor de Troya. Mientras los dos líderes celebran el fin de innumerables y devastadores años de guerra, Paris, el hermano de Héctor, desaparece –para volver a aparecer en el dormitorio de la esposa de Menelao, Helena, considerada por todos como una de las mujeres más hermosas del mundo. Cuando Paris se lleva a Helena del palacio de Menelao sin que Héctor lo sepa, el destino de ambos queda sellado: los jefes de las innumerables tribus griegas se unirán para hacer la guerra contra los troyanos.

Entre las fuerzas que se congregan está Aquiles, un guerrero de una destreza y una fama tales que su solo nombre provoca terror entre sus adversarios. Se rumora que su madre Tetis es una diosa, y que él comparte con ella el poder de la inmortalidad. Pero la verdad es que es sólo un hombre y que, por tanto, debe conseguir la vida eterna de la única manera que puede hacerlo un mortal: asegurándose de que la historia recuerde su nombre para siempre.

La creciente fama de Aquiles hace que Agamenón, el arrogante y ambicioso rey de los griegos y hermano de Menelao, lo llame para luchar contra los troyanos. Aunque Aquiles sabe que Agamenón no hace nada que no sea en su propio beneficio personal, el insaciable deseo de gloria y fama eternas que tiene Aquiles lleva al guerrero lejos de su tierra a la primera línea de una guerra cuyo fin es conseguir el poder y vengarse de otros.

Héctor y Paris llegan a Troya justo antes que la armada griega invasora. Su padre, el rey Príamo, debe decidir entre apoyar la guerra contra los griegos o devolver la esposa robada de Menelao y entregar a Paris a una muerte segura. La decisión pronto queda clara: Paris no entregará a Helena y Príamo no sacrificará a su hijo. La guerra es la única salida.

[b]- Título original: Troy[/b]

– Estados Unidos – 2004

– Guión: David Benioff, a partir del poema épico de la Ilíada de Homero

– Dirección: Wolfgang Petersen

– Intérpretes: Brad Pitt, Eric Bana, OrlandoBloom, Diane Kruger, Sean Bean, Brian Cox, Julie Christie, Peter O’Toole, Brendan Gleeson, Saffron Burrows, Rose Byrne.

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