Trucos para mejorar la memoria

Trucos para mejorar la memoria

Para comportarnos como seres racionales y tomar decisiones debemos recurrir a nuestra capacidad de pensar, la cual se halla ligada indisolublemente a la de reflexionar, trayendo a colación los recuerdos recientes o lejanos en el tiempo. Aprenda a optimizar, preservar y estimular la capacidad de retener y evocar los estímulos que han encontrado un hueco en su cerebro.

¿Está preocupado porque no recuerda dónde ha dejado las llaves, si ha cerrado el gas antes de salir de su casa o cómo se llama aquella persona que conoció hace apenas un par de años? La mayoría de los olvidos y despistes no obedecen a problemas orgánicos sino a nuestra falta de habilidad para guardar y evocar los recuerdos, la cual puede mejorarse comprendiendo cómo funciona la memoria y aprendiendo a utilizarla mejor.

“Para entender buena parte de los olvidos y las claves para evitarlos, hay que comprender cómo funciona la denominada memoria del conocimiento, que consiste en la permanencia de partes simbólicas de nuestro pasado en el presente y consta de tres fases esenciales: introducir datos, almacenarlos correctamente y evocarlos cuando es necesario”, explica el psicólogo clínico Andrés Gento Rubio.

La introducción de los datos ocurre cuando los conocimientos, experiencias y sucesos acceden al cerebro y requieren una adecuada atención y concentración. Si en ese momento confluyen elementos ajenos a lo que se desea aprender o memorizar, la información no llegará ni se almacenará de forma adecuada, y si  se está viviendo una situación emocional difícil, la distracción dificultará la recepción adecuada de los datos.

El almacenamiento de la información acontece cuando los datos introducidos se registran ordenadamente en el cerebro, lo cual requiere un método y estructuras intelectuales determinadas. Por ejemplo, al colocar libros en una estantería puede clasificarlos por temas o autores, lo cual se hará patente al buscarlos, porque un orden establecido por usted rige la ubicación de cada volumen.

Intimidades y antídotos  del olvido

La tercera fase es la evocación. “Al recordar, será más fácil localizar, sacar y utilizar la información almacenada, si se ha clasificado bien”, señala Gento Rubio.

Los olvidos pueden surgir por haber mezclado los datos o no poner atención en la fase de registro, por la falta de uso de los recuerdos que hace que se debiliten, porque hay cosas que el propio inconsciente prefiere no recordar por qué causan sufrimiento o desazón, o debido al paso de los años que hace que pierdan vigor algunas facultades como la memoria.

Para mejorar la memoria y reducir las deficiencias no patológicas de la retentiva este experto aconseja “no alarmarse ni obsesionarse con los olvidos” y después aplicar un sencillo decálogo de técnicas o ejercicios intelectuales:

1Aprenda a despreocuparse. Obsesionarnos con intentar recordar algo “a la fuerza” sólo hace que se bloquee aún más la memoria. El recuerdo vendrá por sí solo cuando menos lo espere.

2Recurra a la asociación. Cuantas más conexiones se establezcan mentalmente entre los conceptos nuevos y los que se poseen más fácil resulta memorizar. Se puede asociar comparando o contrastando, ya que nos acordamos de algo que se parece o diferencia de lo que conocemos. Por ejemplo, se puede registrar que “la Guerra de Irak comenzó el año en el que nació mi segundo hijo”. También se puede asociar buscando analogías o parecidos. Por ejemplo, el nombre de una persona puede recordarnos al de una famosa marca de ropa.

3Busque las relaciones. Haga esfuerzos serios y metódicos para extraer de su memoria cualquiera tipo de datos relacionados, siquiera indirectamente, con lo que desea recordar.

4No tema exagerar. La memoria es más receptiva ante algo absurdo o singular: cuanto más original sea una información mejor se retendrá.

5Recuerde el contexto. A menudo resulta más fácil recordar algo si se intenta visualizar el momento en que el que estaba sucediendo el acontecimiento.

6Emplee todos los sentidos. Procuremos que al introducir los datos, intervengan todos los sentidos posibles: vista, oído, olfato, incluso el tacto y el gusto. El cuerpo también tiene memoria.

7Rodéese de circunstancias favorables. Cuando quiera registrar algo en su retentiva evite las interferencias y distracciones. Si confluyen estímulos de otra naturaleza, dispersan la atención que requiere memorizar lo que se desea recordar.

8Atienda y entienda. Intente comprender bien lo que quiere memorizar o aprender, relacionándolo con otros conocimientos. Si no tiene información suficiente para hacerlo, búsquela o pregunte.

9Asocie con imágenes lo que quiere aprender o recordar. No hace falta que esas “postales mentales” sean lógicas: los disparates o exageraciones tienden a registrarse mejor en la mente.

10Repítalo una vez más. Cuando ha entendido lo que quiere asimilar, “remáchelo” mentalmente una y otra vez. La repetición crea el hábito, y la insistencia contribuye a grabar mejor los conceptos en el cerebro. EFE-Reportajes

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