Párrocos de diferentes templos católicos concentraron su Sermón de las Siete Palabras de este año en críticas  a la falta de atención oficial a problemas de la comunidad, a la forma en que se distribuye el Presupuesto de la Nación, las fallas de los servicios públicos, la proliferación del narcotráfico y al estilo “engañoso” con que se desarrolla la lucha proselitista, con promesas que luego no se cumplen.

Las palabras de Jesús en el Gólgota fueron  invocadas en la Catedral Primada de América con motivo del Viernes Santo.

 Condenaron la criminalidad sin control, los  escándalos de los  colmadones y el auge de los juegos de azar, entre otros temas.

La tradicional prédica de la Iglesia Católica, celebrada en la Catedral, fue pronunciada por los sacerdotes de parroquias de distintas zonas del país que censuraron la poca atención que entienden brinda  el Estado   a los hospitales y a  las escuelas.

La emprendieron contra los políticos por mentirles a los votantes con promesas incumplidas. Condenaron los asesinatos diarios de personas  a causa de la criminalidad que se monta en medios ilícitos no controlados por las autoridades, los ruidos de los “colmadones” y el incremento de bancas de apuestas.

 Las Siete Palabras dichas por   Jesús en el calvario, al  momento de su crucifixión,  fueron comentadas en el  orden en que las pronunció  por los padres Manuel García Salcedo, párroco de Cristo Rey de los Botados, en Yamasá, Monte Plata;  Fernando Polanco, provincial de los jesuitas;  Manuel Maza Miguel, profesor de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra; Ramón Benito Ángeles Fernández, párroco de la iglesia San Antonio de Gascue.

Padre Modesto Arias Florentino, vicario de la parroquia Nuestra Señora de la Candelaria, Sabana Grande de Boyá; Faustino Burgos Brisman, misionero de la congregación de los Padres Paúles, y el  diácono Santiago José Lebrón Jiménez, de la iglesia Presentación del Señor, de Boca Chica.

Sentir de cada Palabra.  En  las dos horas de proclama, el padre García Salcedo,  pastor de  la iglesia Santa María Madre de Dios de Hato Viejo, comentó la Primera Palabra: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”, con la que advirtió que los sacerdotes no pueden hacerse  de la “vista gorda” ante la escasez de agua y la falta de infraestructuras viales en el país.

Mientras, el padre Polanco, provincial de los jesuitas, a quien  le correspondió  la  Segunda Palabra: “De cierto te digo: Hoy estarás conmigo en el Paraíso”,  cuestionó que la sociedad dominicana se oferte como  si fuera un paraíso, por medio “de la carcoma del narcotráfico y del consumismo”.

El padre  Maza Miguel, a cargo de quien estuvo la Tercera Palabra: “Mujer, ahí tienes a tu hijo, hijo ahí tienes a tu madre”,  destacó que son las  mujeres las que dan la cara cuando los hombres se esconden.

Con la Cuarta Palabra: “Dios Mío, Dios Mío, ¿Por qué me has abandonado?”, el sacerdote Ángeles Fernández lamentó que el campo esté desatendido.

La Quinta Palabra: “Tengo Sed”, comentada por Arias Florentino, condenó la cultura del aborto.

El padre Burgos Brisman, al quien correspondió  la Sexta Palabra: “Padre, todo está consumado”, censuró la debilidad de los gobiernos.

En la Séptima Palabra: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”, el diácono Lebrón Jiménez reprobó el desorden administrativo y el derroche de dinero en política.

La clave

Contratos a empresas  dañan medio ambiente

El monitor durante la ceremonia del Sermón de las Siete Palabras, monseñor Lorenzo Vargas, insistió en que con tanta sed y escasez, el agua del país esté amenazada por un contrato con una empresa minera que puede llegar a  causar gran contaminación. En alusión a los cuestionamientos del contrato con la empresa Barrick Gold.  Vargas agotó un segundo turno para indicarles a los legisladores que defiendan la ecología y que no entreguen contratos a la carrera en contra del país. También aconsejó a los maestros dedicarse a su labor.