EFE- REPORTAJES.  En los bosques que arropan al río Mirna, en la península croata de Istria, crece la trufa blanca, conocida como el “oro istriano”, un hongo de propiedades afrodisíacas.

La península de Istria, uno de las mayores oasis verdes de la costa del Adriático, que con sus suaves colinas bañadas por el sol, prados y bosques que llegan al mar parece como un gran jardín mediterráneo, nos ofrece una serie de delicias gastronómicas sanas al frente con el “rey de la cocina”, la trufa blanca, hongo de propiedades afrodisíacas.

También conocido como el “diamante” de la cocina local, se trata de un hongo subterráneo silvestre considerado como una de las mayores delicias gastronómicas, a las que se atribuyen propiedades afrodisíacas y cuyo precio oscila este año en torno a los 1,350 euros por libra.

La trufa blanca de Istria figura entre las de mayor calidad del mundo debido a su extraordinario buen aroma.

Una trufa blanca en el libro Guinnes

Giancarlo Zigante y su perro Diana hallaron en 1999 la mayor trufa blanca registrada hasta ahora en Istria, cerca de Buje, y pesaba casi tres libras, lo que le ganó su entrada en el Libro Guinness de Récords.“Este año, en los bosques de Motovun, en Istria, hay trufas como nunca, porque las condiciones meteorológicas han sido muy favorables”, comentó Zigante a Efe, descartando que la cada vez más frecuente búsqueda de este hongo en Istria pueda causar su extinción.

Además del benigno clima mediterráneo, lo que favorece el crecimiento de las trufas en torno a Motovun, y en Istria en general, son el suelo medianamente húmedo y los bosques mixtos de roble (Quercus robur) y álamo (Populus nigra y Populus alba), con cuyas raíces el “rey de la cocina” vive en una perfecta simbiosis.

La temporada de recolección de la trufa blanca es del 15 de septiembre al 15 de enero, y de la trufa negra (Tuber Melanosporum), que también se encuentra aquí, y que es común en España, durante todo el año, aseguran los truferos.

La exposición se organiza con fines comerciales durante el otoño cada fin de semana en el “centro mundial de la trufa”, según llaman aquí la pequeña localidad de Livade, adyacente a Motovun.

En la feria de esta localidad Zigante ha presentado otra vez el mayor ejemplar del delicioso hongo, un ejemplar blanco de casi nueve onzas, por el que podrá obtener 800 euros como mínimo.

Perros adiestrados para su búsqueda

Para buscar trufas se emplean perros adiestrados, que son llevados al bosque entre las 5 y las 9 de la mañana y las mismas horas de la tarde cuando tienen mejor el olfato, explicó a Efe una representante de la Asociación de truferos.

“Suelen ir en parejas, de modo que el perro mayor encuentra el lugar, y el más joven excava. Luego el dueño interviene.