Trujillo visto por Euclides Gutiérrez Félix

Trujillo visto por Euclides Gutiérrez Félix

Más de medio siglo después de su desaparición física, Rafael Leónidas Trujillo Molina sigue siendo la figura histórica más estudiada en nuestro país y sobre quien se ha escrito la mayor cantidad de libros publicados en los últimos 50 años. La razón principal hay que buscarla en la enorme gravitación del dictador y su régimen en todos los aspectos de la vida nacional, pues marcó de modo indeleble al pueblo dominicano con sus ejecutorias políticas, económicas, militares y culturales. Dejando una impronta ideológica que, lejos de desvanecerse con el paso de los años, cobra cada día mayor significado por el evidente legado que podemos distinguir en algunos estilos ulteriores de gobierno, en prácticas colectivas inveteradas en la mentalidad de los dominicanos de cualquier estrato social. Y sobre todo, en los marcados contrastes cuando se compara pasado y presente.

El licenciado Euclides Gutiérrez Félix (1936), abogado, historiador y académico, de dilatada trayectoria en la vida pública en roles políticos y burocráticos, es asimismo un intelectual con una vasta obra, entre la que sobresalen ensayos sobre personajes y procesos históricos fundamentales, y algunos textos utilizados como material de lectura en la escuela dominicana. Nuestro historiador es también autor de un libro apasionante, Trujillo: monarca sin corona (2008), que ha batido récords de ventas, cuyo título proviene de la frase con que bautizó a este personaje el intelectual guatemalteco Clemente Marroquín Rojas. Un libro que no debe pasar inadvertido entre el público de lectores interesados en el tema.

Es cierto que existen estupendas biografías de Trujillo, algunas de ellas pioneras, como la conocida Trujillo, causas de una tiranía sin ejemplo, de Juan Bosch, publicada durante su exilio en Caracas en vida del dictador. Pero hay que reconocer que muchas de las obras posteriores sobre el tirano se centran en algún aspecto, ya el psicológico, el político, el militar o el económico, entre otros. Algunas con manifiesto bagaje literario que las sitúan en el conjunto de la bibliografía novelada, mientras que otras, por su rigor académico y acopio documental, se convierten en obras de consulta imprescindible para comprender la esencia de esa larga dictadura, única en América por su megalomanía, ferocidad, longevidad y enigmas.

Trujillo: monarca sin corona, de Euclides Gutiérrez Félix, marca su diferencia ante las demás, a mi juicio, por ser una «biografía histórica totalizadora» de más de 600 páginas, en la que el personaje biografiado se muestra en todas sus facetas: las íntimas, en las que vemos al padre, esposo y hermano, hijo solícito y débil con sus descendientes; las públicas: caracterizadas por la ostentación, la pompa y la formalidad protocolar casi sacralizada, así como por el apego a la disciplina castrense y a los vistosos uniformes y condecoraciones. Las publicitadas: sus hábitos frugales y vocación rural, su amor por la naturaleza y los caballos, condensados en la Hacienda Fundación, su afición al baile y su predilección por los ritmos vernáculos como el merengue. Sin olvidar los rostros inocultables: su desmedida ambición y codicia por el dinero, su despiadada crueldad, su sarcasmo y la adicción a la bebida, sobre todo al final de su vida.

El libro contiene un registro de sus orígenes de familia humilde y numerosa. Los mecanismos sociales y circunstancias específicas que permitieron su ascenso al poder y cómo se mantuvo en su cima durante más de tres décadas. No sólo a base de autoritarismo inflexible y crímenes de toda índole, sino también por medio de una indudable inteligencia y astuta sagacidad en el manejo del Estado, gracias a su profundo conocimiento de la gente y al modo maquiavélico de dominarla.

La voluminosa obra de Gutiérrez Félix, ilustrada con fotografías de la época en blanco y negro, dibujos y reproducciones de cartas manuscritas, sigue pues un relato cronológico que, enriquecido por las propias vivencias del autor, explora los diferentes aspectos de la vida del dictador en los mencionados planos. Aunque la obra resalta los logros alcanzados por el régimen trujillista en las áreas administrativa, económica y urbanística, con miras a construir un nuevo Estado, el historiador no deja por ello de señalar los desmanes y atropellos cometidos durante su larga permanencia en el poder. Por tanto, resulta ser un estudio analítico de compilación e interpretación, realizado desde una perspectiva complementaria y con gran independencia de criterio intelectual.

En la extensa biografía de Gutiérrez Félix, en la que se glosa a autores de prestigio que han tratado el tema, como Robert D. Crassweller y Laureano Vallenilla Lanz, y a colaboradores prominentes del régimen como Manuel Arturo Peña Batlle, Joaquín Balaguer, Ramón Emilio Jiménez y Héctor Pérez Reyes, entre muchos otros, nuestro historiador presenta una visión de conjunto, coherente y realista que logra atraparnos en su diáfana prosa, con la que mantiene el interés del lector en cada capítulo.

En su apasionante narración, el autor nos permite captar las pulsaciones cotidianas del régimen trujillista, tanto en sus ejecutorias más destacadas, como en el ámbito íntimo y anecdótico, a partir de actuaciones y comentarios improvisados de Trujillo. En especial, el relato adquiere una intensa relevancia cuando aborda el impacto que causó en el ánimo del tirano la Expedición Patriótica del 14 de junio de 1959 y sus repercusiones en el frente interno en contra de la dictadura. Ocasionando que el régimen perdiera los estribos con la funesta actuación de Johnny Abbes García al frente del Servicio de Inteligencia Militar (SIM). Al tiempo de verse acosado internacionalmente por los efectos geopolíticos e ideológicos de la revolución cubana y el retorno de la democracia en Venezuela. Así como por la animadversión de la Iglesia Católica expresada en su célebre Carta Pastoral, el aislamiento diplomático y económico impuesto por la Organización de Estados Americanos (OEA) tras el atentado a Rómulo Betancourt, y el solapado apoyo de Estados Unidos a los complotados del 30 de mayo de 1961.

Por último, debo manifestar que los estrechos vínculos de familiaridad y amistad que me unen al autor no influyen en mi valoración de Trujillo, monarca sin corona. Una obra ilustrativa, amena y fluida, además de bien impresa, que resume el profundo conocimiento y la gran capacidad analítica de Euclides Gutiérrez Félix para enjuiciar, con razonable objetividad, tanto la vida de Trujillo como su obra de gobierno. Incluyendo en ésta, los excesos causados por la irrefrenable ansia de poder del dictador y la tenaz represión desatada en contra de sus opositores por espacio de tres décadas. Que lo convirtió en «el Jefe» absoluto del país. Por todas esas cualidades, bajo una óptica historiográfica crítica y sobre todo objetiva, me permito recomendar, sin reservas, la lectura de esta fascinante biografía.

El autor es miembro de la Academia Dominicana de la Historia.

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