– El retiro de los precandidatos republicanos Ted Cruz y John Kasich de la contienda electoral en EEUU convierte al señor Donald Trump en el virtual candidato presidencial republicano. Hace unas semanas Cruz, senador por Texas, y Kasich, gobernador de Ohio, habían “pactado” unir fuerzas para frenar a Trum. Pero el barco hizo agua, y el martes pasado el multimillonario derrotó a Cruz en las primarias de Indiana, y el senador de Texas renunció a seguir en la campaña. Al día siguiente rodó la cabeza de Kasich. Trump tiene la candidatura republicana en el bolsillo.
El sepulturero.- Trump, hijo de una inmigrante escocés y de abuelos paternos alemanes, era solo conocido como empresario inmobiliario. En República Dominicana, sectores lo reconocían por sus vínculos con Miss Universo, franquicia de la que era copropietario. Pero todo dio un giro cuando el 16 de junio del año pasado, el multimillonario, descendió de su penthouse en Manhattan y anunció su candidatura. En esa fecha, entre los republicanos que mostraban su interés por la candidatura presidencial figuraban, además de Cruz y Kasich, Jeb Bush, Marco Rubio y Ben Carson, entre otros, y tomaron a broma, o así parece, los afanes de Trump, su actual sepulturero.
Icono estadounidense.- Tachado de “bocón”, “tren descarrilado”, “bala perdida” o “semi-payaso”, Trump ha ascendido en las simpatías con un encendido discurso contra los inmigrantes mexicanos, los musulmanes y China. ¿Puede ganar el magnate la presidencia con estas lindezas? Claro que si, pues ya tiene 1,053 delegados de los 1,237 que necesita para la candidatura. ¿Qué desentona para ir a la Casa Blanca? Dice un refrán africano “que el fruto no está lejos del árbol”, y Trump, como emprendedor, individualista y hombre de éxito, es un verdadero icono de EEUU. Solo que es un poco ruidoso.