El presidente de EE.UU., Donald Trump, cuestionó este jueves la integridad del sistema electoral del país, al poner en entredicho, sin pruebas, la legalidad de millones de votos y abrió la puerta a un largo litigio sobre el resultado de las elecciones.
En su primera comparecencia después de la que hizo durante la noche electoral, el mandatario hizo una declaración a la prensa repleta de falsedades sobre la legitimidad del proceso y no ofreció ninguna prueba sobre las acusaciones, en su mayoría sobre corrupción contra oficiales de estados clave como Michigan y Pensilvania.
“Es un sistema corrupto y hace que la gente se corrompa”, aseguró en una de las más polémicas declaraciones realizadas por un presidente de Estados Unidos. Trump no aportó pruebas para sus denuncias de que los comicios se están amañando a favor de la “corrupta máquina demócrata”, pero insistió en que se está cometiendo un “fraude».
“Están tratando de amañar unas elecciones y no podemos dejar que eso ocurra. (…) Nuestro objetivo es defender la integridad de las elecciones, por lo que no permitiremos a los corruptos que nos roben”, afirmó.
El presidente cuestionó de nuevo la legalidad de los votos por correo, e insistió en que no deben contarse aquellos recibidos después del día de las elecciones, pero con matasellos de fecha anterior, en un abierto desafío a las normas en Pensilvania.
El mandatario auguró que ganará “fácilmente” la reelección, pero dijo que “habrá muchos litigios” en varios estados clave, y que algunos de ellos podrían acabar en el Tribunal Supremo de EE.UU., de mayoría conservadora.
Trump también denunció una presunta “interferencia histórica en las elecciones por los grandes medios de comunicación, grandes donantes y grandes tecnológicas”, pero dijo que a pesar de eso las encuestas se equivocaron y no hubo una “ola azul” (demócrata).
“He ganado la proporción mayor de votantes no blancos de cualquier republicano en 60 años”, se vanaglorió el presidente, que destacó en particular su margen entre los latinos.
Inmediantamente después de concluir su rueda de prensa, grandes medios internacionales, como The New York Times o The Guardian, no dudaron en calificar de falsedades las acusaciones de Trump contra el sistema.
La campaña de Trump ha presentado demandas para desafiar el escrutinio en Pensilvania y otros estados clave, Nevada, Michigan y Georgia, aunque en los dos últimos territorios los tribunales han desestimado sus querellas; mientras que en Wisconsin, el equipo del presidente ha pedido un recuento de los votos.