El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó ayer a Roma para una visita relámpago de menos de 24 horas durante la cual será recibido hoy por el papa Francisco en el Vaticano, una reunión que se prevé delicada y que estuvo precedida por tensiones.
El avión presidencial Air Force One aterrizó poco antes de las 18H30 locales en el aeropuerto internacional de Roma-Fiumicino. Un imponente dispositivo de seguridad ha sido dispuesto por autoridades de la capital con francotiradores y zonas sin acceso durante la permanencia del presidente, quien se aloja en residencia del embajador de EEUU, Villa Taverna.
La audiencia con el papa fue fijada a las 08H30 locales, particularmente temprano, debido a que el papa presidirá dos horas más tarde la tradicional audiencia general de los miércoles en la plaza de San Pedro.
Se trata del primer encuentro entre los dos líderes, quienes tienen posiciones muy diferentes sobre temas como migración, cambio climático, venta de armas, pena de muerte, entre otros.
Por medidas de seguridad y debido a la audiencia general que las autoridades vaticanas no anularon, Trump y su delegación, entre ellos su esposa Melania y su hija Ivanka, deberán entrar al Vaticano por puerta lateral, según medios.