El lobby armamentístico de EEUU convierte su reunión anual en acto de campaña
El lobby armamentístico de Estados Unidos convirtió este viernes su reunión anual en un acto de campaña de cara a las elecciones de 2024, donde los principales aspirantes republicanos, incluido el expresidente Donald Trump, participaron en defensa del derecho de los ciudadanos a llevar armas.
La Asociación Nacional del Rifle (NRA, en inglés) congregó en el centro de convenciones de Indianápolis, en el estado de Indiana, tanto a aquellos conservadores que ya se han postulado a la Presidencia, como a otros que aún no han dado el paso pero que figuran en todas las quinielas.
El único que se ausentó fue el empresario Perry Johnson, quien anunció en marzo que competería por la nominación republicana por la Presidencia. “En el primer día de mi nuevo mandato detendré la guerra de Joe Biden contra los propietarios legales de armas”, indicó Trump, ponente principal del llamado Foro de Liderazgo y firme defensor de que “la gente sea capaz de defenderse a sí misma».
En esa vuelta augurada a la Casa Blanca, el exdirigente republicano apuntó que, para proteger la Segunda Enmienda a la Constitución, la que otorga a los ciudadanos el derecho a poseer y portar armas, aprobará leyes que protejan “el derecho absoluto a la autodefensa con multas federales al abuso fiscal».
“Si me ponen de vuelta en la Casa Blanca, Estados Unidos será de nuevo una nación libre”, dijo Trump, que acusó a los demócratas de “destruir el país” y de “querer quitar las armas a la genteabren las puertas de la cárcel y liberan a criminales sedientos de sangre».
El encuentro de la NRA, que concluye el domingo, ha sido objeto de fuertes críticas de legisladores demócratas, que reprochan a la plana mayor del Partido Republicano que haya acudido a ese evento pese a el continuo flujo de tiroteos en el país.
En lo que va de año, hasta este viernes, según The Gun Violence Archive, que documenta los actos de violencia con armas de fuego en el país, ha habido en Estados Unidos 150 tiroteos masivos, un término que incluye un mínimo de cuatro personas heridas o fallecidas, sin contar al agresor.
“No hay un problema de armas. Hay un problema de salud mental, un problema social, cultural y espiritual”, alegó Trump en su intervención.
En persona estuvieron también el exgobernador de Arkansas Asa Hutchinson y el empresario Vivek Ramaswamy, mientras que otra candidata que aspira igualmente a la Casa Blanca – la exembajadora de EE.UU. ante la ONU Nikki Haley – envió un mensaje grabado.
El senador afroamericano Tim Scott, que el miércoles anunció la creación de un comité exploratorio para analizar sus opciones de cara a las elecciones de 2024, intervino igualmente de forma telemática, como también el gobernador de Florida, Ron DeSantis, visto como el principal contrincante de Trump aunque aún no se ha postulado.
“Ganemos en 2024 para proteger nuestras libertades”, sostuvo Hutchinson, que acusó a la Administración de Joe Biden de no estar cumpliendo su labor y subrayó que su propia respuesta “al desafío de la violencia se resume en cuatro palabras- cumplimiento de la ley».
DeSantis, por su parte, consideró que la Segunda Enmienda es la base sobre la que reposan el resto de derechos.
“Garantiza a la población estadounidense la capacidad para defender sus vidas, sus fortunas y su honor. (…) No es casualidad que, a lo largo de la historia, los regímenes autoritarios hayan buscado desarmar a sus ciudadanos”, apuntó.
Al encuentro también se sumó el exvicepresidente de EE.UU. Mike Pence, quien estuvo en la Casa Blanca con Trump y también figura en las quinielas como potencial candidato para 2024.
“He venido a la NRA para decir que ya basta. Es hora de que nos posicionemos por Estados Unidos y por la libertad. Con un nuevo Congreso republicano y un nuevo presidente republicano echaremos a esos liberales de nuestras tiendas de armas y de nuestras vidas”, concluyó.