WASHINGTON. El presidente Donald Trump anunció el viernes que designará a la portavoz del Departamento de Estado Heather Nauert para que sea la próxima embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas.
Nauert es “muy talentosa” y “muy inteligente”, dijo Trump a los periodistas al salir de la Casa Blanca y antes de tomar el helicçoptero presidencial Marine One para un viaje a Kansas City.
De ser confirmada por el Senado, sería una de las principales voces del gobierno en la política exterior de Trump. Fue reportera de la cadena Fox News y tenía poca experiencia en política exterior antes de convertirse en portavoz del Departamento de Estado.
Nauert reemplazará a Nikki Haley, la exgobernadora de Carolina del Sur que anunció en octubre que renunciaría como embajadora a finales de este año.
Luego de que la Casa Blanca la sacó de Fox para que sirviera como portavoz del Departamento de Estado, Nauert subió a los escalones superiores de la jerarquía de la agencia cuando el secretario de Estado, Rex Tillerson, fue despedido en marzo y reemplazado por Mike Pompeo. Nauert fue nombrada entonces subsecretaria de Estado en funciones para Diplomacia Pública y Relaciones Públicas y fue por un tiempo la mujer de mayor jerarquía y la cuarta funcionaria de mayor rango en el edificio.
Nauert, que no tenía una buena relación con Tillerson y que había contemplado la posibilidad de dejar el Departamento, dijo a sus colaboradores en aquel momento que estaba desconcertada por la oferta de ascenso y recomendó a un colega para el puesto. Sin embargo, cuando los funcionarios de la Casa Blanca le dijeron que la querían, ella aceptó.
Ese papel le dio responsabilidades mucho más allá de las conferencias de prensa que organizó en la sala de reuniones del Departamento de Estado. Supervisó la diplomacia pública en Washington y todas las casi 275 embajadas, consulados y otros puestos en el extranjero de Estados Unidos.
Estuvo a cargo del Centro de Compromiso Global que lucha contra los mensajes extremistas del Estado Islámico y de otros grupos, y tiene un escaño en la Agencia de Estados Unidos para los Medios de Comunicación Globales, que supervisa las redes de transmisión del gobierno como la Voice of America.