NEWARK, New Jersey, EE.UU. (AP) — El precandidato presidencial republicano Donald Trump hizo un llamado el lunes a un “cierre total y por completo a la entrada de musulmanes a Estados Unidos”, una idea que provocó que uno de sus rivales le dijera “desquiciado”.
La prohibición propuesta aplicaría tanto a inmigrantes como a visitantes, y afectaría a todos los seguidores del islam que quisieran ir a Estados Unidos. La postura también generó preguntas inmediatas sobre cómo podría apegarse a las protecciones constitucionales de libertad de religión.
El equipo de campaña de Trump dijo en un comunicado que la prohibición debe estar vigente “hasta que los representantes del país puedan dilucidar qué está sucediendo”.
La propuesta de Trump es una respuesta al nivel de odio en “grandes segmentos de la población musulmana” hacia los estadounidenses, agrega el comunicado.
“Hasta que seamos capaces de determinar y entender este problema y la peligrosa amenaza que representa, nuestro país no puede ser víctima de horrendos ataques por parte de personas que solo creen en la yihad, y no tienen un sentido de razón o respeto por la vida humana”, dijo Trump en el comunicado. Vía Twitter agregó: “Acabo de enviar un comunicado muy importante sobre el influjo extraordinario de odio y peligro que viene a nuestro país. íDebemos mantenernos vigilantes!”.
Varios de los rivales republicanos de Trump rechazaron rápidamente la más reciente provocación de un candidato que ha tenido varios momentos de ese tipo. “Donald Trump está desquiciado”, escribió Jeb Bush en Twitter. “Sus propuestas `políticas’ no son serias”. Carly Fiorina dijo: “La exageración de Trump es tan peligrosa como la poca reacción del presidente Obama”.
John Kasich criticó el “indignante divisionismo” de Trump, mientras que un más mesurado Ted Cruz, quien siempre ha sido cauteloso de alterar a los seguidores de Trump, dijo: “Bien, esa no es mi política”.
El director de campaña de Trump, Corey Lewandowski, dijo que la prohibición propuesta aplicaría a “todos”, incluyendo musulmanes que aspiran a visas migratorias, así como a los turistas que buscan ingresar al país. No respondió a preguntas sobre si se incluiría a los musulmanes que son ciudadanos estadounidenses y viajan fuera del país, o cómo es que los agentes fronterizos y aduanales pueden determinar la religión de una persona.
En respuesta a una solicitud de detalles adicionales, Trump dijo a través de una portavoz de su campaña: “Debido a que soy tan políticamente correcto, jamás lo diría. íUstedes averígüenlo!” La propuesta de Trump se da un día después de que el presidente Barack Obama se dirigió a la nación desde la Oficina Oval tras los ataques en San Bernardino, California, mismos que el mandatario definió como “un acto de terrorismo diseñado para matar a personas inocentes”.
El FBI dijo el lunes que la pareja musulmana que perpetró la masacre se había radicalizado y había practicado su puntería en campos de tiro de la zona; en una ocasión, apenas días antes del tiroteo en el que murieron 14 personas. La campaña de Trump se ha visto marcada por un patrón de comentarios incendiarios que datan desde su duro discurso sobre los inmigrantes mexicanos.
Ha tomado una postura particularmente estricta contra los musulmanes tras los ataques a París, promoviendo una mayor vigilancia en las mezquitas ante los temores de radicalización. El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, acusó a Trump de aprovechar los temores de las personas para apelar a “un lado más oscuro, al elemento más oscuro” de la sociedad estadounidense.
La campaña del precandidato presidencial demócrata Bernie Sanders dijo que “Trump y otros quieren que odiemos a los musulmanes. Estados Unidos es una gran nación en la que todos estamos juntos. Somos una nación débil cuando permitimos que el racismo y la xenofobia nos dividan”.