El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, aseguró este sábado que el Gobierno estadounidense, liderado por Donald Trump, quiere “invertir” en la construcción del Tren Maya, que deberá recorrer el sureste mexicano.
En un mitin en el suroriental estado de Campeche, López Obrador dijo que el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, le trasladó “un mensaje del presidente Trump de que están dispuestos a invertir y ayudar para que se construya el Tren Maya y otras obras en el sureste».
El presidente mexicano se encontró con Ross este viernes en una cumbre de empresas mexicanas y estadounidenses celebrada en la ciudad mexicana de Mérida, capital del estado de Yucatán.
Precisamente, Mérida y Campeche son dos de los estados por los que pasará el Tren Maya, la obra de infraestructura estrella de López Obrador, que también recorrerá los estados de Quintana Roo, Tabasco y Chiapas para desarrollar el empobrecido sureste mexicano.
“Ahora el sureste tiene prioridad, aunque no les guste, lo digo con todo respeto, en otras partes”, aseveró el presidente, quien sostuvo que este territorio “siempre estuvo abandonado” por los anteriores gobiernos y “ahora ya le toca».
La construcción del Tren Maya, que tendrá un recorrido de 1.500 kilómetros, requiere una inversión de entre 120.000 y 150.000 millones de pesos (entre 6.400 y 8.000 millones de dólares), aseguró López Obrador.
Durante su mitin en Campeche, López Obrador aseguró que solo con el Tren Maya ya se invertirán 50.000 millones de pesos (2.700 millones de dólares) en este estado, lo que supone “una inversión nunca vista en la historia” de esta entidad.
Como es habitual en los actos que realiza López Obrador a lo largo del país, sus seguidores abuchearon el gobernador del estado, Alejandro Moreno Cárdenas, del opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI). A
nte eso, López Obrador pidió a los asistentes que “respiren profundo” y les preguntó- “A ver, ¿qué es mejor? ¿que nos distanciemos del gobierno del estado o que actuemos de manera coordinada?».
La inmensa mayoría de la gente levantó la mano a favor de la segunda opción, algo que López Obrador celebró exclamando “tenemos que unirnos todos».
No es la primera vez que usa la misma técnica, puesto que en un mitin en el estado de Veracruz preguntó a los asistentes si debía enfrentarse a los exabruptos de Trump contra México, algo que rechazó el público.